«Lo tiene todo, no solo la belleza». Así definía Djalminha el que para él es su mejor gol con el Deportivo. «Era contra nuestro eterno rival y nos sirvió para ganar un partido muy importante». Para el 8 blanquiazul lo más importante era hacer a la gente feliz con su fútbol.
Y vaya si lo hizo. Djalminha encarnaba la fantasía hecha fútbol. Los regates imposibles, las asistencias mirando hacia otro lado, los penaltis marcados de Panenka con el portero postrado a sus pies, también las collejas a Mostovoi y las expulsiones absurdas. Un genio que disfrutó e hizo disfrutar.
Hoy se cumplen 19 años del que para Djalminha es su mejor tanto con la blanquiazul. Reconocía en una entrevista a un medio coruñés que «el gol contra el Celta es el mejor que marqué con el Deportivo». Y teniendo en cuenta que sigue en el imaginario coruñés igual que su lambretta al Real Madrid, no se equivocaba en estas declaraciones.
Con Javier Irureta en el banquillo, el Dépor recibía en A Coruña al Celta un 26 de noviembre del 2000. Valerón fue de la partida y Djalminha saltó al terreno de juego sustituyéndole en el minuto 57. Veinte minutos después ponía en pie a Riazor con uno de los mejores goles que se han visto en A Coruña.
Cuando apenas quedaban diez minutos para el final del partido, Djalminha se inventó un regate para deshacerse de su marcador y sorprender a un Pinto que todavía se pregunta qué pasó. Un gol al alcance de los genios.