Los encuentros del Dépor tienen dos patrones claros esta temporada. O encaja temprano y hace el ridículo, o lo hace bien… pero acaba encajando igualmente. Este último fue el que puso en liza en el Estadio de la Cerámica, en la que cuajó una gran primera parte y sin embargo se marchó a los vestuarios por detrás en el marcador. Logró solventarlo al final, en el típico partido que, de tener más solidez en defensa, terminaría con los tres puntos en la saca blanquiazul.
Porque el sistema defensivo blanquiazul está tan cogido con alfileres que a la mínima que el rival lo agita un poco se descose. Ante un Villarreal con poca mordiente, muchas bajas y sin prisa, el equipo parecía estar seguro, sin pasar apuros. Bastó una salida de balón limpia de los amarillos para tumbar el castillo de naipes. Borges se precipitó en la presión a Costa, que lo desbordó con facilidad, Guilherme no supo mantener la posición y dejó solo a Fornals, que hizo el resto, habilitó a Bacca a la espalda de Albentosa para que el colombiano le diera el gol en bandeja a Unal.
Al turco se le había echo de noche unos minutos antes en los dos únicos acercamientos locales. Suficientes cuando los errores permiten ocasiones tan claras. Y eso que el Dépor estaba siendo mejor. Juntando líneas y dominando por los costados, con Juanfran y Luisinho llegando mucho y bien. Cristóbal optó por Mosquera para reforzar el centro del campo y el coruñés no lo hizo mal, saltando a la presión con criterio y dificultando mucho la salida de balón rival.
La batuta del ataque, como no, era para Adrián. De nuevo partiendo de la izquierda, el asturiano generó todo el peligro coruñés. Albentosa tuvo la primera gran ocasión, pero su disparo se fue al lateral de la red. También tuvo varias Andone, que en un día para reivindicarse sin la presencia de Lucas no estuvo fino en la definición. Peleó como siempre, pero desperdició varios mano a mano con Asenjo que habrían supuesto el empate antes del descanso.
Ya sin prisa, el Villarreal salió decidido a anestesiar el encuentro en la segunda parte. Mucha posesión de balón, moviéndolo con tranquilidad sin que el Dépor pudiese robarla. Y así, al tran-tran, a punto estuvo de sentenciarlo Castillejo a los pocos minutos de la reanudación. Después de una buena conducción de Raba, el zurdo entró hasta la cocina, pero su ajustando disparo se encontró con una buena parada de Rubén.
Cristóbal buscó entonces romper el encuentro con la entrada de Çolak por Carles Gil. El turco no tardó en hacerse con las operaciones ofensivas, con la idea de activar a Adrián y Andone, que se fueron apagando. No tardó en cambiar el panorama y por fin los blanquiazules pudieron controlar la pelota.
Y entonces llegó el premio, aunque no por los canales que se esperarían. Tuvo que ser Sidnei, inmenso toda la tarde el defensa, el que generase el tanto del empate con una de sus ya tradicionales arrancadas desde atrás. Al llegar al área, donde suele atrancarse, esta vez se le encendió la bombilla y puso un centro espectacular con la zurda. Andone, solo, remató de cabeza ajustado al palo, sin que Asenjo no pudiese hacer nada, para poner justicia en el marcador.
FICHA TÉCNICA:
Villarreal CF: Asenjo; Mario, Álvaro, Ruiz, Costa; Rodri, Castillejo (Cheryshev, min.63), Fornals, Raba (Chuca, min.76); Bacca, Unal.
RC Deportivo: Rubén; Juanfran, Albentosa, Sidnei; Luisinho; Guilherme, Mosquera (Valle, min.78), Borges; Gil (Çolak, min.60), Andone, Adrián (Bruno Gama, min85).
Goles: 1-0: Unal, min.30. 1-1: Andone, min.84
Árbitro: Medié Jiménez. Amonestó con tarjeta amarilla a Guilherme, Luisinho y Sidnei en el Dépor y a Víctor Ruiz, Álvaro y Bacca en el Villarreal.
Incidencias: Estadio de la Cerámica. Partido de la jornada 18 de Primera División.