Si hay un jugador cuya presencia y aportación resulta vital para el Deportivo esta temporada ese no es otro que Lucas Pérez. El de Monelos se ha convertido en el auténtico líder del equipo, el hombre que contagia su espíritu de lucha, el que arenga al resto del grupo durante los 90 minutos, el que engancha a la grada y el que marca los goles. En definitiva, Lucas Pérez es el que «tira del carro».
El coruñés ha disputado un total de 27 partidos en lo que va de Liga, todos ellos como titular salvo en una ocasión, el choque que enfrentó al Deportivo con el Betis en el Villamarín. Su única ausencia en una convocatoria esta temporada se produjo en la jornada 25 con motivo de la visita de los blanquiazules al estadio de Cornellá, y fue debido a las molestias musculares que han vuelto a reproducírsele esta semana.
En el partido frente al Betis Lucas Pérez entró al terreno de juego en el minuto 64, con el marcador reflejando un empate a uno, que junto al empuje del equipo local en esos minutos, hacía peligrar la consecución de algo positivo por parte de los herculinos. Sin embargo, la entrada del punta coruñés revitalizó a un Deportivo que terminó llevándose los tres puntos.
Ante el Espanyol su ausencia puso de manifiesto lo que significa para el equipo su sola presencia en el terreno de juego. El Deportivo se mostró sin ideas arriba, falto de mordiente y su intensidad en la presión distó mucho de la llevada a cabo en otras ocasiones. Todas estas circunstancias derivaron en una derrota que, sin lugar a dudas, hizo justicia a los méritos de unos y otros.
La influencia que tiene Lucas también quedó patente en la corta andadura del club herculino en el torneo copero. El de Monelos no participó en ninguno de los dos partidos ante la Llagostera, una eliminatoria en la que los blanquiazules vieron como los catalanes se adelantaban en el marcador en el partido de ida, y a punto estuvieron de forzar la prórroga en el encuentro de vuelta disputado en Riazor.
Pero si quedaba alguna duda sobre el rendimiento del equipo sin la presencia de su hombre gol, éstas quedaron totalmente disipadas en la eliminatoria de octavos frente a un modesto Mirandés al que le resultó relativamente fácil desactivar el ataque de los herculinos. Víctor Sánchez del Amo echó mano del punta coruñés a falta de media hora y con el pase a cuartos muy cuesta arriba, pero resultó ser demasiado tarde.
Las molestias que arrastra en su muslo izquierdo, las cuales le han impedido ejercitarse con el resto del grupo durante esta semana, hacen pensar en una más que probable ausencia del delantero entre los jugadores que viajen al Vicente Calderón, circunstancia ésta que complicaría aún más, la ya de por sí difícil misión de arrancar algo positivo de un feudo casi inexpugnable.