El inigualable partido ‘Redactores vs Foreros de Riazor.org’ se celebró el pasado viernes en La Torre. Ésta es la crónica de un triangular que acabó señalando a los redactores como los campeones.
Todos los focos miraban hacia los campos situados frente a la Torre de Hércules el viernes a las 19 horas en una agradable tarde gallega. Poco importaban entonces las palabras de Augusto César Lendoiro explicando por qué y cómo finalizó la reunión con administradores concursales, acreedores, AFE, LFP y juez. Y mucho menos las palabras de un Javier Arizmendi que volvía a ser presentado como nuevo jugador blanquiazul siete años después de su salida de A Coruña.
A las 19 horas la atención estaba puesta sobre el campo más alejado de la puerta de las instalaciones de La Torre. Tres equipos para un trofeo único. Ni la Champions League. Ni la Copa del Mundo. El extraordinario Trofeo Riazor.org. Dos de los equipos lo formaron los foreros, mientras el tercero en discordia lo formaron los redactores disponibles de esta web.
Un equipo de los foreros vestía de amarillo, mientras que el otro lo hacía de negro. Los redactores, por su parte, vestían de blanquiazul. Las ganas simulaban a las que Laure o Bergantiños acostumbran a dar cada partido en Riazor, aunque la calidad se parecía más a la de Manteca Martínez o Adrián López ‘Piscu’ en sus mejores tiempos.
«Yo juego arriba, que soy como Falcao», se comentaba en el vestuario antes de empezar. «Más bien se parece a Taborda», decían 30 minutos después. «Qué va, Taborda le da mil vueltas», sentenciaban al término del encuentro.
Los dos equipos de foreros pusieron las cosas muy difíciles a los redactores.
El encuentro que dio el pistoletazo de salida fue entre el conjunto amarillo (llamémosles ‘Brasil’ de aquí en adelante) contra el de redactores. Al ser el equipo ‘de casa’, os daremos los detalles de cómo formó el ‘equipo Riazor.org’. Ésta fue su primera alineación: Con el 1 a la espalda, Iván Aguiar, responsable de las categorías inferiores en la web, que se disfrazó de Molina, Kouba y Songo’o a la vez. En defensa, Jorge García, Martín Casti y Mario Dios desempeñaron el trabajo de contención, aunque estaban ‘obligados’ a soltarse para echar una mano en labores ofensivas a Dani Méndez y Adrián Calviño, que fueron centrocampistas. El delantero tenía nombre y apellidos, Alfonso Núñez, quizá el más jugador más resistente del equipo gracias a sus carreras por el Paseo Marítimo cuatro veces por semana. Además, el oxígeno lo ponían Pablo Antelo y Pedro Díaz desde el banquillo, por ser los primeros ‘sacrificados’ por el técnico, el gran Pepe Mansilla, cómico y divertido viñetista.
¿Quién ganó el torneo? Sigan leyendo…
El partido se alargó hasta la saciedad. Diez minutos o dos goles. Si se empataba se llegaba a penaltis por ser el primer choque, en adelante permanecería en el campo el rey de pista. Brasil se adelantó en el marcador (conviene explicar que cinco de ellos aparecieron con la misma camiseta, todas ellas con sus dorsales y sus respectivos nombres, intimidando con ser un equipo hecho y compenetrado), lo que amenazó la supremacía de los redactores en los últimos tiempos. Sin embargo, un despeje de Méndez desde su propio campo -un churro, seamos serios- aproximó el balón a área rival donde un central ‘brasileño’ (veáse David Luiz) esperaba ansioso para controlar. El esférico rebota y allí aparece ‘Flash Núñez’ como una flecha para robar y poner el empate cuando solo restaban dos minutos. 1-1 y nos vamos a los penaltis.
Contexto. Porterías grandes, punto de penalti muy cerca, excelsos lanzadores y porteros sin maña. Ni ‘Julio César’ ni Iván, que según algunos recordaba a «Casillas en la Confederaciones», atajaron penalti alguno en la primera ronda. En ella todo goles, excepto dos. El primero lo falló el equipo amarillo y la responsabilidad cayó sobre Adrián Calviño, que parece no ser el mismo con la pluma que con los pies (XD). Su disparo al palo, y vuelta a empezar. Y otra vez, lanzadores excelsos y porteros sin maña. Una ronda entera hasta que le toca el turno al gemelo maligno de Juninho Pernambucano, que volvió a errar y poner el caramelo de nuevo en la boca de Calviño. El genio se puso las gafas de Alta Definición y… ¡a las nubes! Manos a la cabeza, gritos ahogados… ¡Calviño lo repetía!
Pedro Díaz anota uno de los penaltis de una tanda interminable.
El equipo de Riazor.org, por el suelo tras el segundo fallo de Calviño desde el punto fatídico
Finalmente tuvimos que alejar el punto de penalti para forzar el fallo de los lanzadores. Ahí a Brasil le tembló el pulso, y falló dos penaltis consecutivos. Falló también Núñez, que con el gol del partido y un cañito que tiró en banda ya estaba contento. El que sentenció fue Nourredine Castiñeira, al que no le pudo la presión desde los 7 metros y medio. El primer encuentro caía del lado de los redactores, no sin dificultad.
El siguiente choque enfrentó al equipo Riazor.org contra la otra formación de foreros, que como os decimos vestía de negro (en este caso los llamaremos ‘Portugal’ -ante la falta de equipos de zamarra negra y basándonos en la camiseta azul marino con la que en más de una ocasión han aparecido-). El cansancio se notó entre los redactores, aunque aguantaron bien el 0-0 durante los primeros 8 minutos. En una contra, «Simao» le hizo el lío a toda la defensa blanquiazul y marcó el gol que mandaba a los reyes de pista a descansar el próximo partido.
Después acabó Brasil con Portugal y comenzó una hegemonía de bastantes partidos en los que no ganaban -habitualmente fueron empates- pero que le permitían continuar encuentro tras encuentro. En esa serie de partidos pudimos ver una fantástica Aythaminha de Jorge García, que después del partido lo explicaba de la siguiente manera: «Balón de cara, dejo botar, intento despejar, no le doy y gol en contra». Fácil y al pie. También una regla no escrita de cualquier defensa que ejecutó a la perfección Calviño. «O pasa el balón o pasa el jugador». Y Neymar al suelo.
El Torneo Riazor.org se dilucidaría en cuanto a victorias. Por mucho empate que consiguieses no hacía más que dejarte en el campo, pero no contaban como victorias para el cómputo general del campeonato. «Aquí solo vale ganar», se decía.
Fue entonces cuando el equipo de redactores empezó a despertar. Necesitaba un par de bofetadas bien dadas para darse cuenta de que si no se ponía las pilas enseguida acabaría mordiendo el polvo. Y se pusieron en serio. Tres victorias consecutivas y apretaba las tuercas a Brasil, que hasta entonces iba en cabeza. Sin embargo, a los redactores les costó lo suyo, y entre sacrificio defensivo y los riesgos en ataque, Dani Méndez se tuvo que retirar antes de tiempo por una sobrecarga en el gemelo producida por el sobreesfuerzo, una acción que sin duda habría firmado el mismísimo Iván Sánchez Rico. También hubo tiempo para la polémica antes de la gran final, al caer Mario dentro del área rival en un penalti clamoroso que, inexplicablemente, no vio ninguno de los foreros, pero que se ejecutó y se marcó.
Dani Méndez se desfondó y se tuvo que retirar antes de tiempo.
El destino quería que el último encuentro fuese entre Brasil y el equipo Riazor.org. Como el número de victorias estaba parejo, se decidió -tras hablarlo los capitantes de ambos conjuntos- que el que ganase se proclamaba campeón del torneo. Mala elección de la plantilla carioca, que se encontró con un contrincante que estaba al alza. Nourredine marcó el primer gol con un certero disparo desde dentro del área, y ponía las cosas cuesta arriba para el equipo dirigido por Luis Felipe Scolari.
El segundo gol merece un párrafo aparte. Pedro Díaz, con cerca de 6 años en la plantilla riazoreña, jugaba su último encuentro como blanquiazul. Era su despedida después de mucho tiempo de servicio. Y lo hizo a lo grande. Provocó un córner que él mismo se dispuso a lanzar. Su centro tomó un efecto endiablado y acabó en la portería… ¡Gol olímpico! ¡Qué mejor forma de cerrar la fiesta que dándole la Copa a su equipo!
En consecuencia, tarde divertida y agradable (por mucho que en ocasiones se calentase algún partido) entre todos los participantes que se dieron cita el viernes en La Torre. Un triangular para repetir. Pero un triangular que, al fin y al cabo, vuelve a dejar a los redactores como el equipo a batir.
P.D: Disculpas a los foreros que fuisteis a jugar, pero difícilmente podemos diferenciar cuáles iban en uno y otro equipo, por lo que el protagonismo de esta crónica se lo ha llevado casi todo el equipo formado por los redactores de Riazor.org. Agradecemos vuestra presencia y vuestro buen rollo en todo momento.
Agradecimientos especiales a Antía González, redactora de Riazor.org, que firma las fotografías que ilustran la crónica.
Los triunfadores de la tarde-noche en La Torre.
Galería del partido: