«La temporada es muy larga y los últimos años han demostrado que lo importante es llegar al tramo final con opciones». Así analiza el balance inicial Alfonso Núñez en su nueva columna semanal.
Cinco jornadas de Liga son suficientes para extraer las primeras conclusiones que nos deja el Deportivo de Fernando Vázquez. Dos triunfos lejos de Riazor y tres derrotas en partidos que se decidieron en pequeños detalles. Ése es el balance a vuela pluma que nos deja este primer mes de competición.
Luces y sombras se ciernen sobre un proyecto que no se ha podido planificar en condiciones pero, a pesar de todo, es pronto para adivinar que nos deparará el futuro. Si nos ceñimos al aspecto futbolístico individual, algunos nombres destacan sobre otros. En ese sentido, la noticia más grata es la irrupción de Insua. El central se ha adaptado de maravilla a su rol de titular dentro del equipo. Su sangre fría y saber estar han provocado que haya convencido al técnico y a la afición tras la disputa de las primeras cinco semanas. Otro de los nombres propios es el de Juan Domínguez. El centrocampista demuestra jornada a jornada que el equipo da un salto grande de calidad cuando se siente cómodo sobre el terreno de juego. Esa dependencia también trae un aspecto negativo, y es la facilidad que otorgas al rival de tapar la salida natural de balón desde el centro del campo. Por último, Borja Bastón. El delantero centro firmó una tarjeta de presentación espectacular en su estreno con el Dépor. A pesar de no marcar ante Murcia y Sporting, sus sensaciones sobre el terreno de juego suelen ser muy positivas por esa capacidad de desmarañe y las opciones que crea para el resto de compañeros.
En el otro lado de la balanza encontramos a jugadores como Rudy y Culio. Quizás, la gran esperanza depositada en ellos haya provocado que su inicio liguero esté por debajo de las expectativas creadas. De cualquier manera, son futbolistas, sobre todo el argentino, que están llamados a convertirse en piezas básicas si el equipo quiere estar arriba.
En torno a la competición, las jornadas iniciales me dejan una idea clara: ningún equipo va a dominar la categoría de principio a fin. El escaso gasto en fichajes y la igualdad existente obligan al Dépor a creer en sí mismo. Lograr una regularidad en casa y seguir en la misma línea lejos de Riazor, son las claves del éxito para una plantilla que no lo ha pasado bien en los últimos meses. Ahora llega el Alcorcón a Riazor, uno de esos equipos que quiere aprovechar el desgobierno existente en Segunda. Una plantilla completa, con jugadores interesantes y una deuda pendiente: solventar la presión que provoca en ellos jugar en campos como el de Riazor. Por ello, el partido de este domingo se antoja muy importante, tanto para unos como para otros.
La temporada es muy larga y los últimos años han demostrado que lo importante es llegar al tramo final con opciones y en una línea ascendente. Yo confío en el Dépor.