Empezó algo nervioso el derbi gallego, el partido más importante del año en palabras de los propios jugadores. Nervioso o temeroso, porque el recorte que le hace a Nolito como último defensor solo lo ejecutan aquellos con suficiente confianza y seguridad en sí mismo. Pudo costar mucho pero finalmente el disparo del atacante internacional salió manso a las manos de Germán Lux. Fue este el último fallo grosero de Alejandro Arribas con la camiseta del Deportivo, que está ofreciendo un nivel notabilísimo en las tres últimas jornadas.
Contra el Celta de Vigo, contra la Unión Deportiva Las Palmas y contra el Sevilla el central madrileño ralló de nuevo el nivel que ofreció durante varias temporadas en el Rayo Vallecano y en Osasuna. Con el equipo de la franja roja disputó dos campañas a gran nivel, primero con Amaya como acompañante -en Segunda- y después con Jordi Figueras -en Primera-. Los dos siguientes años ofreció también un buen nivel con la camiseta rojilla del conjunto navarro, acompañando primero en la zaga a Miguel Flaño y después a Jordan Loties, plantilla que terminó descendiendo.
Fue entonces cuando el Sevilla se fijó en él para ampliar un armario ya de por sí grande. Con el conjunto hispalense pierde protagonismo, juega pocos partidos y los que lo hace no rinde al nivel esperado. Carriço, Pareja y Kolo le cierran las puertas, lo que lo obliga a buscar una salida.
A Coruña le recibió con los brazos abiertos, conscientes de lo que aportó pocos años antes en equipos más modestos. Titular para Víctor Sánchez del Amo, que solo lo dejó fuera algunos partidos para darle minutos a Lopo, se ha entonado en los últimos encuentros. Arribas es una pieza de lujo para una defensa liderada por Sidnei.