Álex Bergantiños y Juan Domínguez se enfrentarán el domingo a Borja Oubiña y Álex López por hacerse con un centro del campo que será totalmente gallego.
Celta y Deportivo se verán las caras el próximo fin de semana en uno de los derbis más apasionantes de los últimos años. Sin duda, uno de los puntos de mayor interés será el duelo que habrá por hacerse con el control de un centro del campo que tendrá un marcado acento gallego.
Si todo va según lo esperado, Paco Herrera alineará en la medular a Borja Oubiña y a Álex López, que formarán la sala de máquinas del equipo celeste. El primero, vigués y celtista de nacimiento, ha vuelto a ser el futbolista que deslumbró años atrás en Primera División y al que tan solo las lesiones le han impedido llegar a lo más alto. Capaz de dar una asistencia de gol como de hacer estragos el ataque rival, Oubiña destaca por su elegancia dentro y fuera del campo, la misma que lo ha convertido en el mejor referente para la hinchada olívica.
Por otro lado, Álex López ha explotado esta temporada tras haber llegado a su actual club en el año 2010. El ferrolano, pretendido en el pasado por el Deportivo, siempre tuvo “claro que jugar en el Celta sería lo mejor para llegar al fútbol profesional”. Tras una campaña en el filial y otra de adaptación al primer equipo, su calidad y visión de juego lo han asentado en el once inicial en el que le costó entrar.
El domingo, ambos tendrán que medirse a una dupla de nivel similar, que ha ‘galeguizado’ un poco más al Deportivo y en la que la afición herculina ha encontrado el reflejo del sentimiento blanquiazul: la pareja formada por Álex Bergantiños y Juan Domínguez.
Álex, coruñés y con corazón azul y blanco, por fin ha cumplido el sueño de ser indiscutible en el equipo de su tierra. Para él, reacio a hablar del clásico gallego semanas atrás, este partido no es uno más. Su alma de guerrero y su incansable trabajo puede ser clave para el Deportivo a la hora de hacerse con el dominio del juego. El futbolista de 26 años es para Riazor lo que Oubiña para Balaídos: un símbolo, un aficionado más, una prolongación sobre el verde.
La trayectoria de Juan Domínguez, por su parte, guarda muchas similitudes con la de Álex López. El de Pontedeume aterrizó el pasado curso en el primer equipo y ha sido en la temporada 2011-2012 en la que se ha asentado como profesional. A sus 22 años, el ex fabrilista se estrenó como titular en la primera jornada ante el Celta y, desde ese instante, se ganó el ser un fijo en los onces de José Luis Oltra. Su progresión ha sido espectacular y la grada lo adora por su sencillez ante los aficionados, su capacidad para superar la primera línea rival y su último pase.
Oubiña-López y Bergantiños-Domínguez, dos parejas, dos sentimientos, dos escudos. Cuatro magníficos jugadores por los que pasan gran parte de las aspiraciones de Celta y Deportivo de cara a un enfrentamiento inolvidable para un fútbol gallego que, gracias a ellos, está de enhorabuena.