Tras la victoria ante el Huesca, la afición blanquiazul dio un ejemplo de cómo celebrar un ascenso y respetó la petición de los jugadores de no invadir el campo. Más tarde, la fiesta se trasladó a Cuatro Caminos y a las calles de A Coruña.
21:48 h. Arias López señala el final del partido entre el Deportivo y el Huesca. Tras un encuentro complicado, los herculinos vencen al conjunto oscense por 2-1 y lograr el soñado ascenso a Primera División. Durante la semana, los futbolistas coruñeses habían pedido a la afición que no invadiese el campo en caso de cumplir el objetivo. La grada, magnífica como siempre, respaldó a sus ídolos y les permitió celebrar sobre el césped su regreso a la máxima categoría.
A partir de ese momento, la euforia se desató y los hinchas pudieron ver la parte más simpática de la plantilla blanquiazul. Xisco y Bodipo fueron los referentes de una fiesta en la que hombres como Juan Carlos Valerón, David Rochela o Juan Domínguez perdieron la timidez a la que nos tienen acostumbrados. Nadie se escondió a la hora de bailar «La Macarena» o el «Ai se eu te pego». José Luis Oltra, por su parte, no se libró del manteo al ritmo de los «olés» de Riazor, al igual que su segundo, Chema Sanz.
No hubo una, sino muchas vueltas de honor a un estadio que ha sido un ejemplo para toda España. Incluso Andrés Guardado, incansable a la hora de competir, se asombró al ver el aguante de sus compañeros a la hora de festejar. «Estos no se cansan de correr nunca», exclamó el mexicano entre risas.
Mientras tanto, Cuatro Caminos comenzaba a llenarse para recibir al bus del ascenso, que llegó pasada la medianoche. Entre el éxtasis, el autocar dio una vuelta y se encaminó hacia la Torre de Hércules, donde esperaban los Riazor Blues entre un espectáculo de bengalas, antes de acudir a la cena en el Playa Club. A la afición le hubiera gustado compartir más tiempo con los jugadores, que estuvieron alrededor de 15 minutos sorteando la fuente, aunque eso no empañó las ganas de celebración.
Más tarde, los cánticos y las risas se trasladaron al centro de A Coruña. No importó que el ascenso se consiguiese un domingo ya que el barrio del Orzán se tiño completamente de blanquiazul para culminar una larguísima noche que, a pesar de que más de uno tendrá alguna que otra laguna, será inolvidable para el deportivismo.
La fiesta continuará hoy en María Pita
La plantilla y el cuerpo técnico acudirán a las 20:45 horas al Palacio Municipal de María Pita, donde será recibido por los miembros del ayuntamiento. Además, se espera que el club salga al balcón del edificio para compartir, de nuevo, un agradable momento con su afición.