En apenas siete días, la vida del Deportivo de la Coruña ha cambiado por completo. Una derrota bochornosa ante el Granada, cánticos en contra de la gestión de Augusto César Lendoiro y un relevo en el banquillo que se produjo de manera inesperada.
En apenas siete días, la vida del Deportivo de la Coruña ha cambiado por completo. Una derrota bochornosa ante el Granada, cánticos en contra de la gestión de Augusto César Lendoiro y un relevo en el banquillo que se produjo de manera inesperada. Fernando Vázquez tomó el relevo tras la espantada de Domingos Paciência.
Varias son las ocasiones en las que el técnico gallego ha sonado para ocupar el banquillo deportivista. Tras haber pasado por Celta y Compostela, su explosión como entrenador coincidió con la época dorada del club, y esa unión entre ambos nunca llegó a fructificar. Vázquez ha aterrizado con un discurso valiente, sabedor de que es una oportunidad única para él. En lo personal, si el equipo desciende, su cuota de responsabilidad será muy baja. Si logra salvar al equipo conseguirá una hazaña que, a día de hoy, parece misión imposible.
En cuanto a las dudas, creo que es más que razonable que su nombramiento despierte cierta desconfianza, lo cual no quiere decir que la gente deje de animar al Dépor. En eso no tengo dudas. Lo primero que debe hacer Fernando Vázquez es recuperar anímicamente a unos jugadores que están rindiendo muy por debajo de sus posibilidades. Si el equipo recupera la confianza, tendrá alguna esperanza de salvación. Domingos Paciência llegó y funcionó en el encuentro ante el Málaga, pero tan sólo fue un espejismo. Los resultados no llegaron y su recorrido en el Dépor pasará sin pena ni gloria. Lo más reseñable es su honestidad a la hora de no verse capacitado para sacar esto adelante, algo que no está muy de moda hoy en día.
Jose Luis Oltra, Domingos Paciencia y Fernando Vázquez, tres entrenadores completamente antagónicos para la temporada más complicada de Augusto César Lendoiro al frente del Dépor. El presidente ha confiado a Fernando Vázquez el testigo de un Dépor a la deriva y que necesita despertar de manera inmediata. ¿Lo veis preparado?