Cuesta abajo y sin frenos. El Deportivo volvió a naufragar en Riazor y esta vez de forma estrepitosa ante un Rayo Majadahonda que se alzó con la victoria de forma totalmente merecida. Los de Natxo González mostraron su peor versión de la temporada, la de un equipo sin ideas, sin alma, completamente roto y sin ningún atisbo de reacción que fue despedido entre pitos. Con este escenario la continuidad del técnico vasco en el banquillo herculino pende de un hilo.
Dani Giménez: 4,3. No tuvo mucha incidencia en el resultado. Poco pudo hacer en ambos goles del Rayo Majadahonda. En el primer tiempo se mostró seguro en un lanzamiento desde la frontal y solventó bien un mal control dentro del área que pudo suponer el primero del Rayo.
Eneko Bóveda: 3. Superado por la situación. Le puso ganas en defensa pero no generó ningún peligro por su banda. No logró mejorar a David Simón y su partido fue muy gris.
Domingos Duarte: 2,2. Tampoco tuvo su día. Empezó bien buscando desplazamientos en largo de balón pero fue de más a menos. Incapaz de cortar las contras del Rayo y superado en diferentes momentos del partido.
Pablo Marí: 2,8. Fuera de lugar, inseguro y lejos de su mejor estado de forma. No ganó duelos individuales y se mostró en la misma línea que el resto del equipo.
Diego Caballo: 2,8. Tampoco aportó nada al equipo. Buscó centros al área en zonas de poca influencia en ataque y no logró profundidad en ningún momento. El centro más peligroso lo puso en la segunda mitad en un buen servicio al que Carlos no pudo llegar.
Didier Moreno: 4,7. Muy destacado en ayudas defensivas pero sin aportar en materia ofensiva. Corrigió en defensa los errores de sus compañeros y estuvo muy generoso en las ayudas.
Edu Expósito: 3. Mal partido también de Edu en su regreso al césped. Poco generoso en el esfuerzo y las ayudas a sus compañeros y poco incisivo en el ataque. Nada que ver con el Edu anterior a la sanción.
Vicente Gómez: 1,7. Completamente perdido en el terreno de juego. Mal partido, desdibujado y fuera de lugar. Llegó tarde en multitud de jugadas. Buscó el gol en un disparo lejano que rechazó la defensa majariega.
Nahuel: 2. Fue la gran novedad de Natxo en el enganche pero no logró hacer daño ni dar balones a los de arriba. Se esperaba mucho más de Nahuel pero estuvo precipitado en la entrega.
Quique González: 3,2. Trabajo, voluntad y entrega sin recompensa alguna. En ningún momento logró asociarse con el resto de compañeros de ataque y tampoco dispuso de ocasiones claras de gol. El cambio de dibujo tras el descanso le llevó a caer a banda derecha, posición en la que acabó diluyéndose por completo.
SUPLENTES
Vítor Silva: 3,8. Entró tras la reanudación en lugar de un desafortunado Vicente pero tampoco fue la solución a los males del equipo. Se ofreció una y otra vez pero ni estuvo demasiado acertado en el pase ni encontró colaboración entre el resto de compañeros.
Pedro Sánchez: 1,8. Natxo sorprendió dándole entrada para situarlo en una posición nada habitual para él como es el lateral derecho y su rendimiento no hizo más que confirmarlo. No aportó profundidad alguna por banda y sus intervenciones fueron una sucesión de errores.
Borja Valle: 2,5. El berciano fue otra de las víctimas del desconcierto generado por Natxo González. En su caso ocupó el puesto de Edu Expósito en la medular, una posición inédita para él y desde la que apenas tuvo incidencia en el juego, más allá de cortar algún que otro intento de contra de los madrileños en los compases finales.
EL ENTRENADOR
Natxo González: 1,2. Noqueado. Iriondo le dio el golpe de gracia al técnico vasco, a quien puso en evidencia con un planteamiento que el preparador blanquiazul no dio muestra alguna de saber contrarrestar. Las modificaciones llevadas a cabo durante el partido, lejos de traer consigo una mejora en las prestaciones, terminaron por descomponer al equipo, y los cambios, tan estériles como sorprendentes, fueron el fiel reflejo de un entrenador completamente superado víctima de la frustración y la desesperación.
EL MEJOR
Carlos Fernández: 4,7. Desesperado pero de lo poco rescatable dentro del despropósito blanquiazul. El andaluz intentó echarse el equipo a su espalda y lo intentó una y otra vez, aunque sus destellos de calidad no fueron suficientes para generar peligro. Con el paso de los minutos la ansiedad y las ganas de revertir el resultado hicieron mella en él.
*La nota media de los jugadores del Deportivo es el resultado de las puntuaciones de toda la redacción de Riazor.org.