Otra vez la polémica ha sido protagonista en Gijón. El penalti de Luisinho, el papel de Álex Bergantiños como central y la afición, temas de interés de este análisis del partido.
1. Una afición que recorre kilómetros. Las calles de Gijón se tiñeron de blanquiazul, unos colores que también se dejaron ver en las gradas de El Molinón. Una hinchada que no dejó de animar a su equipo, pese a sufrir una nueva derrota rodeada de polémica.
2. Una película repetida. Luisinho hace falta fuera del área, pero Bikandi Garrido decide interpretar penalti y amonestar con tarjeta amarilla al luso. En la memoria del aficionado, las últimas visitas a Gijón, cortadas por el mismo patrón.
3. Álex, jefe de la defensa. Sin Marchena, Kaká, ni Uxío, a Fernando Vázquez le quedaban dos opciones. O bien volver a contar con Déak formando pareja con Insua o retrasar a Álex Bergantiños en una posición en la que ya tuvo que jugar en Copa cuajando un gran partido. El ‘4’ no defraudó y fue de los mejores de un equipo que no tuvo su mejor día en Gijón.
4. Los galones de Culio. Curiosa la imagen del argentino reuniendo a todos sus compañeros antes del inicio de la segunda mitad para dar las últimas consignas. Rol de veterano para uno de los recién llegados.
5. La entrada de Manuel Pablo y el cambio de guión. Con Luisinho amonestado y Rudy con las luces apagadas, Fernando Vázquez buscó un cambio de escenario. Adelantó al luso, colocando a Manuel Pablo en la banda izquierda. Con el equipo más abierto para buscar el gol del empate, llegó la puntilla del Sporting.
6. Un equipo falto de reacción. Está claro que el Deportivo tiene motivos para quejarse tras los últimos arbitrajes. Pero no hay que obviar que ayer apenas se crearon jugadas de peligro. Borja Bastón lo intentó en los balones que le llegaron, pero ninguna ocasión puso en serios aprietos al Pichu Cuellar. En el aire, la necesidad de fichar un ariete más, una demanda constante por parte de Lendoiro a los administradores concursales.
7. Reaccionar tras un gol encajado, asignatura pendiente. Al Deportivo le cuesta cogerle el pulso al partido una vez encaja un gol en contra. El propio Fernando Vázquez apuntaba que es uno de los puntos negros de su equipo. «Metí todo lo que tenía en el banquillo pero no reaccionamos salvo esos 10 últimos minutos». Sin duda, este punto refuerza el anterior.
8. Sin electricidad en las bandas. El Deportivo ha pasado de tener a hombres del perfil de Bruno Gama, Pizzi o Salomao con un juego más eléctrico, a los Arizmendi, Rudy o Culio. Un cambio de juego que tal vez necesite más ajustes, ya que las posibilidades de desborde han mermado.