El técnico blanquiazul probó en el entrenamiento de ayer un 4-4-2 con Arizmendi y Borja Bastón como delanteros. Pretende dar una marcha más en ataque para los partidos de casa.
Dos partidos y dos derrotas. Ese es el balance de las dos primeras jornadas disputadas en el estadio de Riazor. Fernando Vázquez es consciente de la importancia de hacerse fuertes en casa por lo que medita cambiar de esquema, como mínimo, para los encuentros que se disputen en A Coruña.
El técnico de Castrofeito probó en el entrenamiento de ayer con un 4-4-2 el que Álex Bergantiños siguió ejerciendo como central junto Pablo Insua, con Manuel Pablo ocupando el flanco izquierdo tras la lesión de Luisinho. En el mediocampo, Juan Carlos fue la principal novedad al posicionarse en la banda derecha, mientras que Emmanuel Culio probó en el carril zurdo. Cesary Wilk y Juan Domínguez ocuparon la medular, por detrás de Javier Arizmendi y Borja Bastón que compartieron punta de ataque, siendo el ex del Huesca el más adelantado de los dos.
De esta manera, Vázquez pretende poner toda la carne en el asador para no volver a dejar escapar puntos en Riazor. En las derrotas ante Córdoba y Murcia se vio a un equipo que fue capaz de llevar el peso del juego, aunque la finalización de las jugadas solían ser centros que no encontraban rematador.
Rudy, al banquillo
Según lo visto en la sesión de ayer, Rudy podría perder la titularidad a favor de Juan Carlos. El portugués lleva un par de partidos desparecido, lo que hace que el entrenador sopese la idea de sentarle en el banco de suplentes. Carlos Marchena, por su parte, se ejercitó con el grupo aunque formó parte del equipo de los teóricos suplentes, ya que todavía sigue apurando su puesta a punto. Antonio Núñez, Kaká y Uxío Marcos no se ejercitaron con el resto de sus compañeros debido a sus respectivas molestias.