El tanto de Lopo ante el Levante confirmó la mejoría experimentada en este aspecto desde la llegada del técnico madrileño al banquillo coruñés, y se suma al cosechado por Oriol Riera en Málaga.
El Deportivo ha sido a lo largo de todo el campeonato uno de los conjuntos con peores estadísticas en lo que goles a favor a balón parado se refiere, pero desde el cambio de inquilino en el banquillo da la sensación de que los herculinos han aumentando su repertorio y su capacidad de crear peligro en estas tareas. Son muchos los encuentros en los que se puede ver cierta preparación de estas acciones con ejemplos como en los saques de esquina que los rematadores se dirigen conjuntandos al primer palo o córners en los que un futbolista se acerca a recibir en corto para posteriormente desplegar otros compañeros ciertos movimientos ensayados.
Cuando Tino Fernández cerró la incorporación de Víctor Sánchez del Amo, mucho se habló en los medios de comunicación de la importante labor en el entrenamiento del balón parado que este preparador llevó a cabo durante los años que estuvo como segundo entrenador de Míchel. Lo cierto es que pese al poco tiempo que lleva en A Coruña en su nueva etapa como míster, ya ha recogido algún fruto en este apartado.
Oriol Riera consiguió igualar el marcador en Málaga gracias a un buen gol de cabeza tras una falta muy buen ejecutada por Lucas Pérez, y el pasado fin de semana Alberto Lopo logró enviar al fondo de la red el esférico tras la ejecución de un córner. Además, cabe recordar que en Bilbao Álex Bergantiños logró anotar un tanto tras cabecear una prolongación de Celso Borges tras el saque de una falta, si bien finalmente su gol fue anulado en una decisión arbitral muy discutible.
Precisamente, una de las claves de esta mejoría puede encontrarse en la decisión de tener como lanzador habitual a Lucas Pérez, una función que desde que Haris Medunjanin abandonó la titularidad ningún jugador logró acaparar. El mediapunta coruñés parece haberse consagrado como experto en estas jugadas, ya no solo como pasador sino también cuando dispara a portería. Buena prueba de ello fue el libre directo que estrelló en la madera ante el Málaga y que a punto estuvo de darle la victoria al club blanquiazul en aquella jornada.