¿Cómo es el nuevo técnico del Deportivo? Dos periodistas que lo siguieron de cerca en dos etapas distintas (Zaragoza y Betis) lo analizan en profundidad.
FRAN CASTARNELAS (RADIO MARCA) – ETAPA ZARAGOZA
Cuando sólo vale el juego bonito
Hablar de Víctor Fernández hasta la fecha es hablar de una de las propuestas de fútbol más atractivas en el fútbol español de los últimos años. Basta con recordar que él fue el autor intelectual y director desde el banquillo de uno de los mejores Real Zaragoza que se recuerdan, concretamente el de los héroes de París que derrotaron al Arsenal en el Parque de los Príncipes de París gracias al gol de Nayim cuando el encuentro se encaminaba a los penaltis. Precisamente esa Recopa es el mayor logro de su trayectoria.
En cuanto al fútbol practicado, el zaragozano siempre pretende que sus equipos sean los protagonistas del encuentro. Que vivan por y para el balón, dominen la posesión y traten de llegar al área a base de paciencia, toque en el centro del campo y aceleración en últimos metros. Es su manual como entrenador y rara vez lo ha cambiado, siendo esa falta de cintura precisamente su principal error como técnico.
Eso sí, Riazor disfrutará a buen seguro de un juego mucho más bondadoso para los ojos del aficionado del que acostumbra en los años previos. En sus dos etapas en Zaragoza, una de las principales cualidades ha sido la apuesta por el fútbol ofensivo, desprotegiendo en muchas ocasiones la parcela trasera. En la Recopa, el centro del campo era Aragón, Nayim y Poyet, ningún especialista en recuperación.
Años más tarde, en su regreso en el que consiguió también clasificar al equipo para la Europa League, prácticamente era Zapater el que se encargaba de respaldar a los Aimar, D’Alessandro, Diego Milito…por lo que en el Deportivo tratará de volver a hacerlo si la plantilla confeccionada se lo permite. Apuesto por la importancia de un jugador como Isaac Cuenca, si se encuentra al 100%, ya que Víctor Fernández acostumbra a darle relevancia a los extremos a pierna cambiada. Que se incluyan si es preciso en el centro del campo para dar ayudas a los medios.
En definitiva, un entrenador con el que ilusionarse y que puede dar tardes de gloria y buen fútbol a Riazor. Un perfil diferente al de Fernando Vázquez, muy diferente, y cuyo principal trabajo residirá en saber amoldarse a una plantilla que quizás no tenga todo el toque que él quisiera. Si finalmente lo tiene, el Deportivo volará tranquilo por la máxima categoría del fútbol español.
DANI FERNÁNDEZ (EL DECANO DEPORTIVO / EL CORREO DE ANDALUCIA) – ETAPA BETIS
Víctor Fernández vuelve al escenario donde deslumbró en su primer partido liguero al frente del Betis. Un Betis que por aquel entonces, jamás había ganado en Riazor, dicho sea de paso. Aquella noche –todavía veraniega- del 1 de Septiembre de 2002, el equipo verdiblanco salió ovacionado del feudo coruñés tras golear al respetado Super Depor. En sus manos contaba con un plantel de mucho talento. Los Joaquín, Denilson, Alfonso, Prats, Juanito… y la reciente incorporación de Assunçao –quien presentó una inmejorable carta de presentación en Riazor con dos golazos-, buscaban consolidarse de la mano del técnico maño. Proyecto ilusionante tras la marcha de Juande Ramos. Llegaba avalado por su trayectoria en Vigo, lugar donde había conseguido clasificaciones europeas, una Intertoto y llegar a una final de Copa del Rey –perdida ante el Zaragoza-. Siempre vinculado al atractivo despliegue futbolístico de sus equipos. El principal atractivo. Sello con el que siempre se le ha relacionado, además de su buena y convincente oratoria ante los medios. Por el contrario, su fama de carácter blando con el vestuario le hacía perder puntos si la línea se torcía.
El resultado de aquella experiencia no fue el esperado. Pérdida de confianza y sensaciones con el vestuario e irregularidad en el juego y resultados, lo que desembocó en una bajada de brazos colectiva –sobre todo en el segundo año-. Un Betis que debía aspirar a asentarse en puestos europeos se acabó conformando con una 8ª y 9ª posición, en sus dos temporadas al frente de la nave verdiblanca. Fue la antesala de su primera marcha. Pues cinco temporadas después, con el equipo en Segunda y a cuatro puntos del ascenso, relevó a Antonio Tapia tras una mala racha de resultados. Lo cierto es que no tardó en lograr resultados positivos, colocando al Betis donde debía estar. Sin embargo y por desgracia, tampoco fue capaz de culminar esa mejoría y los Emaná, Sergio García y compañía, se quedaron a las puertas del ascenso.
Después de posteriores aventuras fallidas en el extranjero, quién sabe si Galicia vuelve a ser testigo de la mejor versión de Víctor Fernández en los banquillos. Un técnico siempre rodeado de buenas propuestas e intenciones futbolísticas. El balón y la estética del juego, sus principales bazas de seducción.