El técnico blanquiazul aseguró en la previa del derbi ante el Celta que sus hombres tendrán que dar todo lo que tienen «y más» para llevarse los tres puntos de Balaídos. Además, se mostró poco optimista con la lesión de Juan Domínguez.
El Deportivo tendrá en el derbi ante el Celta la oportunidad de borrar de un plumazo las sensaciones que dejó en la goleada encajada ante el Real Madrid. Por ello, el entrenador del conjunto herculino, Víctor Fernández, no quiere que los suyos se dejen llevar por la pasión y las ganas de agradar en Balaídos, donde aseguró que sus hombres jugarán «con el corazón y, sobre todo, con mucha cabeza», pero sin olvidar nunca la importancia del choque.
«Somos conscientes de todo lo que rodea a un derbi y de la repercusión que tiene para ambas ciudades, pero tenemos que ser inteligentes. Hay que dar lo que tenemos y más por sacarlo adelante, ya que en los derbis no cuenta nada lo anterior: ni estadísticas, ni la última jornada… Son partidos en los que se iguala todo y no hay favorito», comentó en rueda de prensa tras el último entrenamiento en Riazor.
En tierras celestes, el preparador maño se reencontrará con Eduardo ‘Toto’ Berizzo, actual técnico y ex futbolista del equipo olívico, donde estuvo a las órdenes de Víctor Fernández durante la temporada 2001/2002. «No me sorprende que sea entrenador. Siempre preguntaba por qué hacías una cosa o la otra y estaba claro cuál iba a ser su futuro. Tiene muchas influencias de Marcelo Bielsa como la presión adelantada, los marcajes individuales o la potencia física. Le guardo un gran cariño», indicó el aragonés.
El entrenador blanquiazul podría introducir varias novedades en el once inicial según lo que se pudo ver en el último entrenamiento, en el que probó con una alineación formada por: Fabricio; Laure, Lopo, Sidnei, Canella; José Rodríguez, Álex Bergantiños, Medunjanin; Fariña, Cuenca y Toché. Preguntado por el posible cambio en la portería, fue tajante: «Mañana te enterarás», dijo.
Uno de los motivos por los que Fernández considera muy importante ganar en Balaídos es para devolver a la afición herculina «lo que se merece» después de su comportamiento tras el 2-8 ante el Real Madrid. «Me sorprendió su entrega y su fidelidad. Supieron ver que el castigo que recibió el equipo fue exageradísimo porque los goles del Madrid fueron increíbles. Su reacción fue extraordinaria», explicó.
Sobre el duelo frente al club blanco, Víctor comentó que «ver el partido otra vez» le reforzó «las sensaciones» que había declarado en la rueda de prensa posterior al choque. Para él, los suyos hicieron «los 27 mejores minutos de la temporada» en el primer tiempo, pero bajar los brazos, sobre todo tras el 1-4, hizo «que quedara un resultado muy feo».
Por otro lado, la mala noticia del último entrenamiento fue la lesión de Juan Domínguez, que terminó la sesión con molestias en el muslo derecho. «Fue una desgracia, en el último momento y en un disparo a portería. No soy muy optimista. Esperemos que no sea baja para varias semanas, pero mala señal por los gestos y lo que sintió el futbolista», manifestó.
Respecto al resto de lesionados, Víctor Fernández anunció que Pablo Insua va «bien» y que todo apunta a que «el miércoles ya hará todo el trabajo con el grupo y con el alta médica». Sobre Lucas Pérez explicó que «aún hay que esperar para no correr riesgos», y de Diogo Salomão comentó que «esta semana empezará a hacer tareas con el grupo».
José Rodríguez: «Lucas me cogió con rabia del pecho y me dijo que esté ‘enchufado’ desde ya»
Tras el técnico herculino, el turno en rueda de prensa fue de José Rodríguez, que declaró que ya se ha concienciado de lo que es un derbi gallego, gracias en mayor medida a su compañero Lucas. «Me acaba de coger con rabia del pecho y me dijo que esté ‘enchufado’ desde ya. En un derbi la motivación es diferente, lo vamos a dar todo. Ellos hacen un juego que me gusta y están invictos, pero los pasaremos en la clasifiación si ganamos», aseveró.
El jugador cedido por el Real Madrid se mostró dolido por la goleada encajada el pasado sábado ante su club propietario, ya que no pudo «jugar» y tuvo que «verlo desde arriba», donde estuvo «muy nervioso». Sin embargo, aseguró que «el vestuario está bien» después de la derrota «gracias a que hay muy buen ambiente».