El Deportivo sumó su primera victoria en este 2016 imponiéndose al Levante (2-1), en un encuentro en el que los blanquiazules supieron cerrar el partido y se acercan a la permanencia. Se adelantó Luis Alberto, Rossi empató en una gran jugada personal y Mariño, en propia tras un disparo de Lucas, ratificó el triunfo.
Como en anteriores encuentros, el Deportivo salía dispuesto a morder desde los primeros compases. Un Riazor de gala, con una afición que ya había llevado en volandas al equipo en la previa de la contienda, aclaraba su garganta para cantar las dianas blanquiazules. Avisaba en el minuto nueve Celso Borges, y obligaba a emplearse a Mariño con una parada en dos tiempos. Diez minutos después lo volvía a intentar Luis Alberto, en una de sus internadas favoritas, llegando desde el lateral para incorporarse por el centro, pero su tiro se iba desviado (min.19).
Por su parte, el Levante aprovechaba la velocidad por las bandas de Verdú y Juanfran para intentar sorprender con balones aéreos, pesadilla en otras citas para la zaga blanquiazul, y valerse de la envergadura de hombres como Deyverson. Sin claras ocasiones para ninguno de los dos contendientes, en el estadio herculino se adivinaban los primeros bostezos. Juego lleno de imprecisiones y poca fluidez arrancaban algún que otro silbido y el murmullo se iba apoderando de una grada ansiosa.
Mediada la primera tarde esa hinchada aletargada por frío y juego se desperezaría de golpe. Tras una gran apertura por la derecha de Luis Alberto, recogía el testigo Faycal Fajr que disparaba raso, el balón se paseaba por el área levantina y no llegaba por muy poco al esférico el jugador andaluz (min.31). Parecía que el Levante no acababa de despertar, pero en dos jugadas casi consecutivas de Morales, el colista demostraba que no venía de visita a Coruña. Primero con un gran disparo que ataja Lux, y después ganando en velocidad a Navarro y mandando el balón por encima de la portería del meta argentino (min.36).
El Deportivo, espeso y sin ideas, no acababa de encontrar la llave hacía el arco de Mariño, bien flanqueado por sus jugadores. Defendía con diez el Levante en su campo, esperando para salir a la contra y sin ceder espacios. Ni conduciendo, ni colgado balones generaban los blanquiazules verdadero peligro. El encuentro parecía irse al descanso con tablas de forma inexorable pero la fortuna, tan caprichosa, se aliaba con el Deportivo. En una buena jugada que iniciaba Lucas por la izquierda haciendo una pared con Luisinho, lanzaba contra la portería de Mariño, rechazaba la zaga, recogía su compañero de fechorías Luis Alberto y en una baldosa ajustaba el cuero y disparaba con rabia haciendo el primero (min.43). Un tanto psicológico con el que explotaban afición y equipo, una diana que daba tranquilidad a un Deportivo nervioso e impreciso hasta ese momento.
Restaba todo un mundo, la segunda parte para templar los ánimos y guardar como un tesoro esa ventaja e incluso intentar aumentarla. No había ni tiempo para disfrutar. Aún se estaban acomodando los últimos aficionados en sus asientos tras el paso por el ambigú cuando el Levante lograba el empate. Tras una nueva pérdida del Deportivo, Rossi, en una gran jugada personal, se iba de todos y ante ante un Arribas rendido batía a Lux (min.49). Y de nuevo los nervios, y las imprecisiones, y las prisas. Los locales no era capaces de hilvanar jugadas y su rival, un nuevo conjunto que revivía ante los blanquiazules, salía como un obús buscando el segundo.
Eran momentos de nervios para el Deportivo, conocedor de otros resultados de otros equipos en la lucha por la permanencia, y que sabía de la importancia vital de sumar de tres ante el colista. Tardaba varios minutos en recuperarse del golpe. La recuperación se medía en cuentagotas. Con un centro de Lucas que remataba a las manos de Mariño Cani (min.60) o con una jugada de tiralíneas entre Luis Alberto y Faycal, que a punto estaba de rematar en el corazón del área Mosquera (min.64).
El peligro real sobre la portería de Mariño llegaría de la mano de Fede Cartabia, recién salido del banquillo, que ganaba línea de fondo, y centraba para que recogiese en la frontal Borges, aunque su disparo se iba desviado del arco del Levante (min.73). Era de nuevo por su banda por la que llegaban las opciones. De nuevo se iba de su marca y centraba, pero Lucas, de espaldas, remataba flojo con la espuela (min.77). Se acercaban los minutos del miedo, con los célebres calambres que aquejan a todos los jugadores, las reiteradas pérdidas de tiempo a la hora de sacar de puerta y la clara apuesta del Levante a las tablas, para seguir con su media inglesa.
Los nervios afloraban en los blanquiazules, gestos de desánimo, caras largas al errar un pase. Difícil de encajar una jornada más sin ganar, imposible de imaginar tres aquella ya lejana primera vuelta de ensueño. Pero a veces los sueños se cumplen, y el Dépor y su afición llevaban muchas noches pidiendo lo mismo, una victoria. En una jugada de carambola llegaba el segundo. Luis Alberto se topaba en su disparo con las manos de Mariño, recogía el rechace Lucas, su disparo lo repelía el poste pero lo metía dentro de su arco el portero del Levante (min.85).
Muy cerca tenía el Deportivo el triunfo, como otras veces, pero en esta ocasión ni los nervios a flor de piel, ni los últimos coletazos de un Levante herido, ni la mala suerte iban a privar a los blanquiazules de celebrar, por fin, su primera victoria en este 2016. La salvación está más cerca.
Ficha técnica:
Deportivo: Lux, Luisinho, Fernando navarro, Arribas, Juanfran, Borges, Mosquera, Cani (Fede Cartabia, min.66), Faycal Fajr (Oriol Riera, min.83), Luis Alberto y Lucas Pérez (Álex Bergantiños, min.88).
Levante: Mariño, Juanfran (Cuero, min.86) , Feddal, Medjani, Lerma, Verdú, Simao, Verza, Morales (Rubén, min.80), Rossi (Casadesús, min.76) y Deyverson.
Goles: 1-0, Luis Alberto (min.43). 1-1, Rossi (min.49). 2-1, Mariño (p.p) (min.85).
Árbitro: Vicandi Garrido (comité vasco). Amonestó con cartulina amarilla a Lerma, Simao, Fede Cartabia. Verza y Luis Alberto.
Incidencias: Encuentro de la 30ª jornada de Liga disputado en el partido de Riazor ante 24.920 espectadores.