La presencia de Abel Aguilar, que regresará al once ante el Betis, se antoja capital para la consecución de la permanencia.
El Deportivo realizó el pasado fin de semana ante el Athletic Club el que, quizás, fue el peor encuentro de la ‘era Fernando Vázquez’. El bajo rendimiento y la descoordinación de los herculinos coincidieron con -o se debieron a- la primera ausencia de Abel Aguilar, por lesión, del once y de la convocatoria desde la llegada del técnico gallego. El colombiano, totalmente recuperado, regresará a la titularidad el próximo lunes para tratar de recuperar el orden que, con él como guía, ha implantado el de Castrofeito, y que ante los de Marcelo Bielsa desapareció casi por completo.
«Es un futbolista redondo». Así definió Vázquez a Aguilar esta mañana en rueda de prensa. Y es que pocos jugadores en la Liga BBVA entienden el fútbol como él y, sobre todo, pocos aportan en tantos matices del juego. Su baja el pasado fin de semana fue la principal condena para un Deportivo que, sin él, perdió en donde había sido superior a sus rivales en los cuatro partidos anteriores, que además se contaron por victorias: en la medular. Sin desmerecer el trabajo incansable de Álex Bergantiños, el coruñés no parece tener la capacidad necesaria para llevar por sí solo la manija del centro del campo, una faceta complicada en la que «hay que ser fuerte en labores defensivas», «de notable en aspectos físicos y técnico-tácticos» y «jugar de área a área como un centrocampista de calidad -ha logrado tres tantos y dos asistencias-«, cualidades que, en palabras de su míster, tiene el futbolista cafetero, y que, junto a la pausa que el de la Sagrada demuestra de manera irregular, le han permitido ensamblar una medular ideal junto a Juan Domínguez.
Sin embargo, en la vertiente en la que Abel se ha mostrado como uno de los más desequilibrantes en Primera División es en el juego aéreo. El de 28 años «las toca todas» por alto, es «decisivo a balón parado» y «ha dado muchos goles de segunda jugada» gracias a su fuerza y a su potencia, tradicionales en los jugadores de su país, y a su acierto al cabecear, habilidad que, bien aprovechada y bien trabajada, ha provocado que el conjunto gallego haya generado mucho más peligro en las jugadas de estrategia en las últimas jornadas que en el resto del curso. Raro -muy raro- es que no gane más del 90 por ciento de los balones aéreos en el transcurso de un encuentro.
Ante el Betis, el internacional tricolor tendrá la oportunidad de continuar con la exhibición táctica que ha dado durante el último mes. Su buen nivel será capital en el la batalla de los blanquiazules por ganar el centro del campo a Cañas y Beñat, una de las parejas de moda del campeonato. Si consigue mantener la frescura y la ambición, el Deportivo tiene parte del trabajo hecho. Solo se perdió 90 minutos, pero a muchos nos pareció eterno. Ya vuelve el colombiano.