El balear ya trabaja con el resto del grupo y se espera que esté al cien por cien después de las vacaciones de Navidad.
Xisco ha comenzado a ver la luz al final del túnel y a entrenar junto al resto de la plantilla blanquiazul después de tres meses apartado de los terrenos de juego. El atacante completó con normalidad la sesión preparatoria del día de ayer, aunque todavía queda tiempo para que pueda volver a entrar en una convocatoria.
El mallorquín, que continúa con su plan de readaptación deportiva, ha evolucionado favorablemente de la rotura de fibras que se le diagnosticó el pasado mes de octubre y podría estar en forma a la vuelta de las vacaciones de Navidad.
La situación que ha vivido el de Santa Ponça ha sido un calvario desde el momento que aterrizó en A Coruña el pasado verano. Ante el Hércules -su único partido en lo que va de temporada- jugó con algunas molestias, que se agravaron con el paso de las jornadas. Su estado físico empezó a complicarse cuando los servicios médicos del club informaron de que Xisco sufría una elongación en el cuádriceps de su pierna derecha, una lesión que posteriormente fue a más y se convirtió en un desgarro muscular.
Pendientes de la Copa de África
La vuelta del balear se augura primordial para los intereses herculinos ya que el 21 de enero comienza la Copa de África, una competición que disputarán Túnez y Guinea Ecuatorial. Lassad y Bodipo pueden recibir la llamada de sus selecciones y, en caso de acudir, dejarán cojo el puesto de delantero que quedaría en manos de Riki y del propio Xisco.