Xisco Jiménez, exjugador del Deportivo que actualmente defiende los colores de Peñarol, ha repasado sus vivencias en el Deportivo en una nueva edición de Conversaciones sin balón que publicaremos completa en los próximos días. El que fuera delantero blanquiazul, además, recordó cómo fueron sus primeros días con la primera plantilla. Cabe recordar que estuvo con Jabo Irureta en su último año, en un vestuario todavía repleto de estrellas.
El primer día de Xisco en el vestuario del Deportivo
«Tengo un recuerdo imborrable. El primer día que entro en el vestuario, veo a toda esa cantidad de jugadorazos, cracks mundiales, internacionales… Mauro Silva campeón del mundo, Fran historia del Deportivo, Valerón… estaba en un sueño. Obviamente, es algo que siempre tienes ahí presente, el hecho de que algún día puedas llegar hasta ahí. Cuando llega, aunque lo sueñes mil veces, no te lo esperas y no terminas de creértelo».
Valerón, Manuel Pablo y el Liceo
«Valerón y Manuel Pablo pasaron a buscarme por la residencia, por el Liceo. El hecho de que Valerón y Manuel Pablo, dos leyendas vivas del Deportivo, internacionales con España vengan a buscarte, no daba crédito… yo estaba en la residencia, alternando Fabril con juvenil y me veo en ese vestuario… cuando encima no era habitual que Irureta subiese a algún canterano, fue algo increíble y muy emocionante».
Xisco recuerda los dos goles en La Romareda contra el Zaragoza
«Unas semanas antes había debutado en Anoeta, cumpliendo el sueño de todo niño que quiere ser futbolista, debutar en Primera División. Como delantero mi siguiente objetivo, mi sueño, era poder marcar un gol con el Dépor. Se pudo cumplir al par de jornadas, en La Romareda. Lo guardo con mucho cariño. El primero siempre es el más importante, se cumplía el sueño que había estado persiguiendo durante toda mi vida. Algo que sabía que estaba al alcance de muy pocos, hay millones de niños que sueñan con poder realizar ese sueño. Me sentía un privilegiado, estaba en una nube. Después de todo el trabajo y el sacrificio que había pasado hasta llegar ahí, hace que merezca la pena».
Gestionar el éxito tan joven con la ayuda de Valerón y Manuel Pablo
«No es sencillo, no estás preparado por mucho que quieras. Cuando viene así de manera repentina, no te da tiempo a prepararte. Sí es verdad que recibí mucha ayuda, de parte de mis compañeros y del club para canalizar lo que me ocurría. Hacía siete años que el Dépor no hacía debutar un canterano con Irureta, entonces hacía que se hablase más del tema. Era un chaval, de 18 años, que no estaba acostumbrado a lidiar con ese tipo de situaciones, que la gente te reconociese por la calle, me hacían más entrevistas de lo normal. Recibí mucha ayuda de mis compañeros, sobre todo Manuel Pablo y Valerón. Estuvieron muy encima de mi, aconsejándome, ayudándome en todo lo posible. Se agradece. Ahora visto desde otra perspectiva, más madura, se valoran todos esos momentos que invirtieron en mi para que fuese mejor persona y lidiar con todo eso, y también mejor jugador».