El aficionado deportivista vive con incertidumbre la cuenta atrás de este horrible mes de julio. Apenas hay noticias optimistas para un club que en tres semanas debería iniciar la temporada en Las Palmas de Gran Canaria.
El aberrante proceso concursal en el que se ha metido el Deportivo de La Coruña y el choque de intereses que provoca una situación como esta, genera que las dudas alrededor del club crezcan de forma casi diaria.
Muchos señalan a Augusto César Lendoiro como gran culpable del momento crítico que vive la entidad. El presidente le ha dado mucho al Dépor y a la ciudad, pero es cierto que en los últimos meses está cometiendo errores garrafales. Sin duda, el más claro de todo ellos ha sido dilatar la entrada del club en el proceso concursal. Leo a diario opiniones de todos los gustos y aunque creo, que la etapa de Lendoiro al frente del Dépor debería estar llegando a su fin, también me pregunto, ¿y ahora qué?
Resulta cómodo y sencillo compartir nuestro punto de vista desde el sofá de casa y a través de las redes sociales, pero a día de hoy, no he encontrado ninguna propuesta o alternativa mínimamente interesante que pudiera plantear una posible salida de Augusto César Lendoiro.
Los días pasan y las noticias resultan contradictorias. Prácticamente sin fichajes, sin rumores de nuevas incorporaciones y con los futbolistas aprovechando las ruedas de prensa para recordar la gran cantidad de dinero que se les adeuda. La pretemporada, desde el punto de vista deportivo, está siendo realmente desastrosa. A 28 de julio, es complicado encontrar razones para ser optimista.