El central blanquiazul se incorporó al trabajo con el resto de sus compañeros en el entrenamiento de ayer por la tarde. Continúa con su larga recuperación que le ha impedido realizar una pretemporada normal.
Poco a poco el central portugués parece ver la luz al final del túnel. Tras una pretemporada en blanco, en la sesión vespertina de ayer recibió una de las pocas alegrías en los dos últimos meses, ya que no tuvo que trabajar al margen del grupo y realizó una sesión al ritmo de todos sus compañeros. Un paso más para lograr su recuperación al completo.
Zé Castro se perdió los dos últimos partidos de la temporada pasada por culpa de una lesión muscular en la unión mio-tendinosa proximal en el recto anterior del cuádriceps del muslo derecho. A causa de este motivo, el luso regresó a los entrenamientos el ocho de julio, un par de días antes que el resto de la plantilla, para realizar una puesta a punto antes de comenzar la pretemporada. Sin embargo, tan solo 10 días después tuvo que retirarse del trabajo antes de tiempo por unas molestias en la misma zona de su última lesión, desde entonces ha trabajado al margen y no ha podido disputar ni un solo minuto en los amistosos veraniegos.
Las lesiones musculares del internacional luso han sido una constante en su etapa en el Deportivo, un obstáculo que ha entorpecido su papel en el conjunto herculino. Durante la pasada temporada, Zé Castro consiguió convencer a José Luis Oltra y hacerse con un hueco en el once titular, incluso parecía que sus habituales molestias le habían abandonado. Pero nada más lejos de la realidad. Además, este año tendrá una dura competencia, ya que tendrá que pelear con Carlos Marchena, Aythami Artiles y Roderick para hacerse con uno de los dos puestos de central.