Queridos deportivistas:
Parece que fue ayer y ya han pasado diez años de una de las mayores gestas del fútbol: el triunfo en el famoso Centenariazo del Santiago Bernabéu. Tuve la suerte de poder disfrutar de ese partido como jugador, sobre todo poder recoger de Su Majestad el Rey la ansiada Copa, esa que había recogido mi hermano en el 95 a pesar de haber portado yo el brazalete.
Fue impresionante ver tantos aficionados blanquiazules allí. Jamás me podía imaginar que podrían desplazarse tantos forofos cuando nos daban tan pocas posibilidades de salir victoriosos. Además nos enfrentábamos a los ‘galácticos’ del Real Madrid. Zidane, Raúl, Roberto Carlos, Figo, Hierro… jugadores que eran campeones de Europa y del mundo. Gente preparada de sobra para ese tipo de partidos.
Pienso que en mis 18 años como profesional en el Deportivo esa final fue uno de los tres mejores partidos que jugamos, todo salió perfecto desde el minuto uno hasta que el árbitro pitó el final. Estábamos muy motivados, concentrados y enrabietados.
Al final obtuvimos la recompensa de lograr la gran proeza. Ni en el mejor de los sueños me hubiese imaginado semejante victoria. Jamás olvidaré el momento en el que levanté la Copa y vi a los aficionados que allí nos apoyaban. Sin ellos seguramente no lo hubiésemos logrado, sobre todo en los últimos minutos, después de que Raúl recortase diferencias y cuando el Madrid más apretaba. La celebración fue espectacular, como cuando conseguimos la Copa en 1995 o la Liga en el 2000.
Gracias a todo el deportivismo por el cariño que siempre he recibido de vuestra parte. Siempre os llevaré en el corazón.
Fran González Pérez