Víctor Sánchez del Amo (Madrid, 1976), formó parte de aquel Deportivo de Jabo Irureta que temporada tras temporada lograba sorprender a todo el panorama futbolístico español e internacional por la grandes gestas que llegaban a materializar. Por supuesto, disputó como titular en el interior derecho la final del ‘Centenariazo’ de aquel 6 de marzo de 2002, y repasó con Riazor.org esos momentos.
En el momento en el que eliminasteis al Figueres y supisteis que la final de Copa del Rey sería ante el Real Madrid y en el Bernabeu, ¿qué se te pasó por la cabeza?
Fue una alegría, ya que si nos hubiera tocado otro rival no se le hubiese dado tanta importancia a esa Copa, fue lo mejor que nos pudo pasar. Las apuestas decían que nadie daba un duro por el Dépor en esa final ante el Real Madrid y en el Bernabeu.
Y el 6 de marzo de 2002 llegó el gran día de la final. ¿Qué se respiraba en el vestuario deportivista en ese encuentro?
Sobre todo lo que había era un ambiente de que teníamos una oportunidad fantástica que todos queríamos aprovechar. Una de las claves de aquella plantilla era la mentalidad ganadora, teníamos esa capacidad de dar lo mejor de nosotros mismos en los momentos más difíciles y complicados, y ése fue uno de ellos.
Con el 0-2 del descanso, ¿qué os dijo Jabo Irureta?
Nos pidió seguir igual. Cuando vas ganando y tienes un resultado claro a tu favor es porque estás haciendo las cosas bien, y por lo tanto no hay porqué cambiar. De hecho, el inicio del segundo tiempo fue en la misma línea y por una cuestión de mala suerte no logramos ampliar la ventaja y tener el partido mucho más claro. Al final, pasamos los apuros lógicos por tener un marcador ajustado.
Tras ganar la final, ¿erais conscientes de lo que habíais logrado?, ¿os lo creíais?
Sí, desde luego. Yo creo que el grupo de jugadores que coincidimos teníamos una característica común: las ganas de hacer cosas importantes. Teníamos ganas de triunfar y tuvimos la suerte de coincidir en el mismo equipo y aunar fuerzas para remar en la misma dirección y lograr cosas como las que logramos hacer con ese Deportivo.
¿Le das más valor a esa Copa del Rey o la Liga del año 2.000?
Esa es la típica pregunta, pero desde luego le doy el mismo. Los títulos son dificilísimos de conseguir. Es evidente que ganar la Liga es el resultado de ser muy regular, pero la Copa es muy bonita, tiene otra forma de competir, y por supuesto ganar en el Bernabeu ante el Madrid el día de su centenario le da un valor tremendo. Desde luego en la vitrina de mi casa tengo ambos trofeos a la misma altura.
Está claro que como conjunto realizasteis un partidazo, pero… ¿destacarías alguna actuación individual en especial?
No, porque esa final fue una demostración del poder verdadero de aquel Deportivo, que por encima de cualquier individualidad –que el equipo tenía muchas- estaba el poder del grupo. Una de las claves de ese partido fue que hubo una pequeña tangana en la que todos salimos a defender al jugador que le habían hecho una falta, y no nos dejamos amilanar ni por el árbitro ni por el Real Madrid, y demostramos que éramos un grupo unido.
Teniendo en cuenta que eres madrileño y que jugaste en el Real Madrid, ¿fue un contraste de sensaciones derrotar al conjunto blanco aquel día?
No, para nada. Eso son sentimientos de aficionado, cuando uno es profesional dentro de su corazón no hay tiempo para sentimientos de aficionado. Uno se debe a su equipo y lo defiende a muerte, al menos ha sido siempre lo que he hecho.
Teníais una gran plantilla amplia y con mucha calidad en todas las posiciones. ¿Crees que el bagaje de ganar una Liga, una Copa del Rey y dos Supercopas pudo haber sido escaso?
Escaso suena mal. Una de las características del equipo es que teníamos una mentalidad ambiciosa. Nosotros veíamos todo como un reto, y estuvimos cerca de hacer cosas más importantes. Nos quedamos con varios subcampeonatos de Liga, estuvimos a punto de disputar una final de Champions que quién sabe qué podría haber pasado… Desde luego teniendo en cuenta la mentalidad de aquella plantilla sí se podían haber logrado más cosas.
Te lo preguntaba porque años atrás Fran nos comentaba que quizás el hecho de haber intentado en aquel momento ir a por todas las competiciones en lugar de priorizar una concreta pudo haberos pasado factura a la hora de conseguir más títulos. ¿Qué opinas?
Teníamos plantilla de sobra para ir a por todo. De hecho, en aquellos años esa era una opinión unánime para todos los profesionales de aquella época. Era quizás la más compensada y más completa, y creo que era un argumento más que claro para ir a por todo.
Ya para finalizar, como sé que sigues de reojo lo que sucede en A Coruña, ¿cómo ves al Deportivo actual de tu amigo Valerón?
Fenomenal, y además me alegra gratamente que tras una situación tan complicada como es un cambio de categoría, en la que hay que adaptarse y asumir el reto de regresar a Primera desde el primer pues los estoy viendo sensacional. Primero desde Madrid y ahora desde Sevilla he estado y estoy empujando para que las cosas sigan así y ojalá el Deportivo recupere la categoría rápido.
Pablo Antelo