La Cocina Económica: 127 años alimentando la esperanza.
No podía ser de otra forma, para inaugurar Riazor Solidario, quisimos contar con la Cocina Económica, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad que pese a sus 127 años de vida, sigue con la ilusión intacta del primer día.
Un poco de historia
Para hablar de la Cocina Económica de A Coruña, nos tenemos que remontar al 1 de mayo de 1886. En esta fecha, y con Antonio Lens Viera como presidente, veía la luz un proyecto que a día de hoy sigue con un crecimiento imparable. En cuanto a su fundación, el 11 de febrero de 1886 el Alcalde de la ciudad, D. Evaristo Babé, entregó 2.500 pesetas al Presidente de la Reunión de Artesanos, lo recaudado por los gastos en sanidad producidos dos años antes para preservar a la ciudad de A Coruña de la invasión del cólera, acordando destinarlas al suministro de camas y ropas. Dinero que fue invertido en crear la Cocina Económica.
Como nos cuenta su actual presidente, Alberto Marti Villardefrancos, la Cocina Económica no ha cerrado ni un solo día desde su fundación. «Es la cocina económica más antigua de España. Afortunadamente jamás hemos parado el servicio. En 1941 estuvo a punto de haber uno, pero Don Fernando Suárez García dijo que esto no se cerraba. Salió él a hacer socios y lo consiguió. Fue el único momento peligroso que hubo, el año del hambre en España, recién iniciada la guerra. No había qué comer, no había nada de nada», recuerda.
Un modelo único en su especie
Actualmente, en la cocina económica tienen servicio de comedor, servicio integral de aseo, un punto solidario y una oficina con un trabajador social para orientar a quien lo desee. «Somos 18. Toda la plantilla es remunerada, desde 2005 hemos crecido en unas diez personas», apunta el tesorero de la entidad.
«Existen cocinas económicas, en Ferrol y Santiago. Con el carácter de esta, ninguna en España. El concepto de que tengas una entidad benéfica, que una persona en situación límite pueda venir y comer sin que se le hagan preguntas, sumado al carácter liberal de la nuestra, que somos una entidad privada, no hay otra. La gente viene y come. Nosotros no preguntamos nada. ¿Quieres una ayuda? Te canalizamos. ¿Nos pides ayuda? Te ayudamos», añade Alberto Marti.
El presidente nos indica cómo es el itinerario de cada día. «A las 8.30 de la mañana se sirve el desayuno. A las 12 es el primer turno de comida, a las 12.30 hacemos el siguiente turno, incluso tenemos un tercero que son un grupo de unos 20 jubilados que vienen a comer una vez se marchen los demás. Es gente mayor, trabajadora, que ahora viven de una renta. Gracias a eso pueden venir, comen por un euro, pero aún nosotros cobrando un euro a esos señores perdemos un euro en cada comida».
Y es que no es fácil mantener un proyecto como el de la cocina económica. «Abrir diariamente la puerta, nos vale cerca de 3000 euros por día, que se dice muy pronto. Eso lo podemos aguantar gracias a la generosidad de la gente. La gente de Coruña es muy solidaria y tiene muy presente la Cocina Económica». Hablando de cifras, se reparten cerca de «750 menús al día y unos 210 bocadillos a la cena. Ofrecemos servicio de lavandería y ducha. Pueden venir a desayunar, dejar la ropa y en el segundo turno ya la tienen lista. La entregamos en el mismo día».
Con el afán de seguir creciendo, se ha incorporado un trabajador social para profundizar en el trabajo de campo. «Nos permite un conocimiento más directo sobre todos los que vienen, dentro de la más absoluta privacidad».
Además, mantienen vivo el sueño del presidente fundador: dar «un servicio integral». Algo para lo que solo les falta «la cena y el desayuno». «No tenemos albergue, es una aspiración. El paso previo es poder patrocinar una habitación a una persona para que no se cronifiquen en la calle».
¿Cómo ayudar?
Actualmente, la Cocina Económica dispone de muchas fórmulas de ayuda. Como ellos mismos explican, «múltiples canales, múltiples circunstancias. Puede ser con cuota, semestral, trimestral, anual. Donativos anuales, aportación de alimentos, aportación voluntaria y ayuda. Por ejemplo: un menú de lentejas de un día, son 130 paquetes de lentejas. Alguien que traiga lentejas, es buenísimo. Nos traes 10 euros, perfecto», indica su tesorero.
«Somos una entidad abierta. De hecho tenemos cuotas de 5 pesetas al cambio, siendo la tercera generación de socio. Al final del año, hacen una aportación mayor».
Como curiosidad, nos indican que «en alguna ocasión, tuvimos más socios que el Deportivo».
Redactor: Víctor Losada
Fotógrafo: Fernando Fernández