Germán Lux: 8. 37 partidos, 3280 minutos, 29 goles en contra. Dio el «sí quiero» para continuar en uno de los momentos más críticos de la historia del club, convencido de que los problemas económicos se solucionarían y de que podría por fin tener continuidad durante una temporada en España. A su tranquilidad y liderazgo, sumó grandes actuaciones que, sobre todo en la primera vuelta, supusieron muchos puntos para el combinado blanquiazul.
Manuel Pablo: 6. 26 partidos, 2026 minutos. Eterno capitán, a sus 38 años y en su 16ª temporada como blanquiazul, volvió a demostrar que a la hora de competir pocos le ganan. Jugando toda la temporada como lateral zurdo, aportó poco en ataque pero también pasó pocos apuros en defensa. Líder dentro y, sobre todo, fuera del campo.
Sissoko: 7. 16 partidos, 1004 minutos, 1 gol. Aterrizó en enero muy pasado de peso tras unos meses sin jugar en el Saint-Étienne y, tras generar dudas e incluso burlas en su debut, se ganó a la afición en cuanto se puso a tono. Muy técnico y asumiendo el peso ofensivo del equipo en la recta final, fue el principal motivo de diversión para el público de Riazor.
Álex Bergantiños: 6. 37 partidos, 3196 minutos. Titular durante toda la temporada, no estuvo a un nivel tan alto como el del anterior ascenso pero sí fue de los más regulares y otro de los pesos pesados del equipo de Fernando Vázquez. Durante la primera vuelta actuó como central en varios partidos y cumplió sobradamente.
Marchena: 7. 22 partidos, 1541 minutos, 3 goles. Tras ser, junto a Álex Geijo, el culebrón del verano, llegó el último día de mercado para reforzar una defensa que en ese momento solo contaba con dos centrales en la primera plantilla. Después de un inicio complicado, en noviembre se ganó la titularidad rindiendo a un gran nivel y no la perdió hasta que, ya con Lopo en la plantilla, cayó lesionado. Importante en los últimos partidos apoyando desde el banquillo, acabó anotando el gol del ascenso.
Antonio Núñez: 5. 22 partidos, 812 minutos. Llegó libre con el mercado ya cerrado y no estuvo disponible para debutar hasta mediados de octubre. Pese a ser uno de los futbolistas que menos ilusión generó en los aficionados en un principio, cumplió casi siempre que jugó, abriendo el campo y aportando desborde y buenos centros desde la banda derecha.
Rudy: 3. 18 partidos, 921 minutos. Arrancó la temporada siendo uno de los futbolistas más desequilibrantes del equipo, con un fútbol impredecible y alborotado, pero poco a poco fue bajando su rendimiento hasta terminar como uno de los hombres con menos peso de la plantilla. Se fue cedido al Belenenses en el mercado de invierno.
Borja Bastón: 6. 33 partidos, 1910 minutos, 10 goles. Llegó para la tercera jornada y debutó con un doblete como carta de presentación. Gran rematador, fue titular indiscutible durante gran parte de la primera vuelta pero dispuso de menos minutos en la segunda. Máximo goleador del equipo.
Juan Domínguez: 8. 39 partidos, 3491 minutos, 4 goles. Pieza clave en el engranaje del equipo durante toda la temporada. Con un papel menos ofensivo que hace dos temporadas, quizás marcó menos diferencias arriba de las esperadas pero también fue más táctico e importante. A partir de su tranquilidad y buen hacer, dominó el Deportivo la mayoría de partidos.
Arizmendi: 4. 17 partidos, 961 minutos, 2 goles. Titular durante gran parte de la primera vuelta como extremo diestro, sus primeros partidos fueron buenos pero pronto empezó a bajar el nivel por distintos problemas físicos. En la segunda vuelta no jugó prácticamente nada.
Fabricio: 5. 6 partidos, 500 minutos, 7 goles encajados. Tuvo que aparecer tras una lesión de Germán Lux en Córdoba y durante los cinco partidos consecutivos en que defendió la meta blanquiazul transmitió buenas sensaciones. Fue protagonista de una de las imágenes de la temporada, subiendo a rematar el córner que supuso el empate ante el Sporting en el último suspiro.
Rabello: 5. 19 partidos, 1493 minutos. Fichado para ocupar el hueco dejado por Culio, nunca logró acercarse a la ascendencia que tenía en el equipo el futbolista argentino. Algunas veces como mediapunta y otras más pegado a la banda, no marcó tantas diferencias como se esperaba pero sí mostró sacrificio y entrega.
Laure: 7. 36 partidos, 3127 minutos, Volvió a ser titular sin discusión tras una dura temporada en Primera por causa de las lesiones. Con la seguridad defensiva de siempre, en muchos partidos fue también importante en ataque, incorporándose una y otra vez y generando acciones peligrosas.
Luisinho: 7. 31 partidos, 2631 minutos, 3 goles. Después de un inicio dubitativo como lateral, Fernando Vázquez decidió adelantar su posición en la jornada 12 y ya no volvió a abandonar esa posición. Con mucho carácter y personalidad, durante gran parte de la temporada fue el futbolista más desequilibrante del equipo en el uno contra uno.
Bruno Gama: s.c. 1 partido, 87 minutos. Pese a que su salida al Dnipro estaba prácticamente hecha, quiso jugar en Las Palmas en la primera jornada y se sacrificó como uno más para lograr la victoria. Solo participó en un partido, pero demostró hasta su último segundo como blanquiazul un compromiso con el club más que destacable.
Salomão: 6. 6 partidos, 365 minutos, 1 gol. En un equipo falto de desborde y desequilibrio, apareció como un soplo de aire fresco y en su primer rato en Córdoba hizo un par de jugadas que acabaron suponiendo la victoria. Después, marcó en su debut como titular ante el Sabadell pero su progresión se vio frenada por una lesión de rodilla cuando ya se había convertido en el atacante más importante.
Toché: 6. 12 partidos, 581 minutos, 4 goles. Presentado el mismo día que Salomão, impresionó en sus primeras citas anotando 4 goles en cinco partidos. Sin embargo, cuando se había ganado el puesto de titular, una lesión le tuvo apartado algo más de un mes y ya no pudo regresar al once.
Culio: 7. 18 partidos, 1569 minutos, 2 goles. Líder absoluto del equipo en la primera vuelta, aglutinó todo el juego de ataque y se ganó a la afición con su entrega y aguerrido carácter. De su zurda partieron gran parte de los goles blanquiazules hasta que se marchó al Al Wasl en el mes de enero.
Ifrán: 6. 11 partidos, 589 minutos, 4 goles. Tras la lesión de Salomão, el Deportivo sondeó el mercado en busca de un futbolista de banda y decidió incorporar a Ifrán para que, de entrada, ocupara esa posición. Sin embargo, actuó siempre de nueve y en poco más de dos meses se hizo con la titularidad y anotó 4 goles importantes.
Wilk: 5. 19 partidos, 1238 minutos. Firmó un debut muy gris que suscitó ya algunas críticas a su fichaje, pero en cuanto tuvo continuidad demostró ser un futbolista de sobrado nivel, generando incluso debate sobre si debería arrebatarle el puesto a Bergantiños. Cuando mejor estaba, sufrió una lesión que le mantuvo fuera más de dos meses y ya nunca volvió a recuperar su mejor versión.
Seoane: 6. 24 partidos, 1867 minutos. Prácticamente descartado en verano, finalmente se quedó y pese a arrancar como cuarto lateral y tener poco protagonismo en la primera vuelta, se hizo con la titularidad en la segunda. Aún jugando a pie cambiado, aportó en ataque y en defensa mejoró con la continuidad.
Kaká: 4. 11 partidos, 746 minutos. Partía como titular junto a Insua, pero primero una lesión y después la irrupción de Marchena le apartaron del once. Pese a cumplir cuando tuvo que actuar y ser un hombre del aprecio del técnico, pidió salir en el mercado de invierno y se marchó al APOEL.
Lopo: 7. 16 partidos, 1259 minutos, 2 goles. Ejercicio de reconciliación el que ha tenido en estos meses como blanquiazul. Tras una salida un tanto polémica en 2011, regresó con el objetivo de quitarse la espina del descenso y de hacer las paces con una afición que le reprochaba su marcha al Getafe. Con un trabajo firme y silencioso, se ganó la titularidad y también de nuevo el respeto de la grada.
Luis Fernández: 5. 28 partidos, 1102 minutos, 5 goles. Luces y sombras para el canterano en su primera temporada en el fútbol profesional. Inició el curso con mucha ansiedad por marcar, y hasta que le entró una en la jornada 12 no afloró su mejor fútbol. Entonces, fue importante con sus movimientos fuera del área y marcó 5 goles en apenas dos meses. Con la llegada de los fichajes en enero, desapareció del equipo y se convirtió en el descarte habitual en las convocatorias.
Juan Carlos: 6. 28 partidos, 1374 minutos, 3 goles. Irregular pero también con una capacidad de superación muy de valorar. Recibió críticas incluso de su entrenador, pero siempre reaccionó y en distintos tramos de la campaña dejó claro que es uno de los futbolistas con más talento y calidad de la plantilla.
Uxío: s.c. 2 partidos, 101 minutos. Muy metido en la dinámica del primer equipo en los primeros meses de competición, fue titular en la cuarta jornada ante el Real Murcia y cuajó una buena actuación. Los problemas físicos, la llegada de Lopo y la reconversión de Bergantiños a la posición de central le devolvieron al Fabril.
Bicho: 5. 6 partidos, 126 minutos. Al igual que Uxío, tuvo minutos en el tramo inicial pero no volvió a jugar desde octubre, después de ser titular por única vez en Tenerife. Demostró clase, calidad e incluso personalidad para pedirla, pero también estar aún un escalón por debajo del nivel del resto de la plantilla.
Teles: s.c. 4 partidos, 91 minutos. Cuarto pivote hasta que salió cedido al Guijuelo, formó parte de casi todas las convocatorias en la primera vuelta pero dispuso de pocas oportunidades. Aún así, cuando jugó respondió bien y demostró tener condiciones para ser un futbolista importante en el futuro.
Dani Iglesias: s.c. 1 partido, 13 minutos. Con Borja aún sin llegar y un solo delantero en plantilla, Fernando Vázquez lo utilizó para tratar de buscar un gol en la segunda jornada.
EL MEJOR:
Insua: 9. 39 partidos, 3464 minutos, 3 goles. Impactante. Quizás ese sea el mejor adjetivo para describir la primera campaña de Pablo Insua en el fútbol profesional. Titular indiscutible durante todo el año, su nivel fue siempre tan alto que acabó acostumbrando a la parroquia blanquiazul a ver a un futbolista que con tan solo 20 años ganaba prácticamente todos los duelos que disputaba. Clave para que el Deportivo pudiera basar su funcionamiento en el repliegue y trabajo defensivo.
Martín Castiñeira