El empate en Mendizorroza, un análisis de los delanteros y el debate en torno a la figura de Fernando Vázquez, temas de interés de este análisis del encuentro de ayer.
1. Nuevo tropiezo del Deportivo en su aspiración de ascender a Primera División por la puerta grande: de forma directa y siendo campeón. Los de Fernando Vázquez llevan dos puntos de los últimos nueve posibles y los rivales más peligrosos, esos que ocupan plazas de promoción, siguen acercándose. El Dépor debe mostrarse pronto fuerte y eliminar fantasmas, y nada mejor que hacerlo contra un rival directo y delante de tu afición.
2. ¿Vale el punto? ¿Es suficiente para amainar el temor de una afición que ya se veía virtualmente en Primera División? Por un lado, siempre es positivo puntuar en campo rival y más viendo cómo se había dado el partido. Tus rivales puntúan y tú al menos tienes que sumar algo. Por el otro, no ganar obliga a jugársela en duelos directos, como el de la semana que viene en Riazor contra el Eibar, o contra equipos que se están jugando la vida (Jaén y Girona).
3. El partido de los gallegos fue muy malo. Malo en ataque y malo en defensa, donde se dieron muchísimas facilidades a los atacantes vitorianos. Poca intensidad, defectuosos controles e imprecisos pases. No sé si serán los nervios y presión porque se acerquen los rivales o si lo es por la pasividad de los jugadores, pero deben ponerse las pilas cuanto antes.
4. Borja Viguera, delantero del Alavés y actual pichichi de la categoría, lleva más goles -23- que los cuatro delanteros del equipo juntos (Borja -diez-, Ifrán -tres-, Luis -cinco-, Toché -cuatro-) ¿Quién es el mejor de los cuatro? ¿Quién se adecua más a lo que pide Fernando Vázquez de su ‘9’? Creo que es un buen momento para hablar de ello en los próximos puntos. Viendo que el de Castrofeito no cuenta con el gallego, intentaré describir a los otros tres.
5. Raza pura es Diego Ifrán, el más solidario en el trabajo defensivo. No para. Lucha con los centrales, baja a recibir, cae con frecuencia a las bandas y con sus desmarques aporta soluciones a los centrocampistas que buscan un último pase. El charrúa es dinámico y seguramente el más veloz tanto en espacios cortos como en recorridos más largos. De cara a puerta, sin embargo, quizá sea el menos determinante.
6. Borja Bastón es el máximo goleador de la plantilla. Sus diez goles han hecho que Vázquez lo haya situado por delante de Luis Fernández durante buena parte de la campaña. No es rápido, ni técnico, ni excesivamente peligroso para el rival a la hora de desmarcarse ni se encuentra cómodo fuera del área, pero dentro de ella es un goleador. Pocas son las oportunidades que desperdicia a escasos metros de la portería.
7. José Verdú Nicolás ‘Toché’ es el más completo de los tres. Domina el juego aéreo, sabe utilizar su cuerpo para el juego de espaldas y tiene mucho gol. Es un martirio para cualquier equipo. Además, es el más intuitivo. Está donde tiene que estar. De haber contado con los minutos que tuvo Borja esta temporada, seguramente estaríamos hablando de 15 o 18 goles.
8. Hablados ya otros temas, creo que es momento de hacer una reflexión acerca de las críticas y los elogios que ha ido recibiendo Fernando Vázquez a lo largo de esta temporada. Porque las opiniones han cambiado mucho. Si las cosas le salían y conseguía sacar los puntos o bien si los experimentos fracasaba y acumulaba malos resultados.
En A Coruña últimamente se está creando una vertiente pro Fernando y una vertiente contra Fernando. O se está con él o se está contra él. No puedes criticarlo unos días y alabarlo otros porque se te mira mal. Se te trata como un chaquetero. Y se ve como algo natural, como una regla no escrita. Pro y contra. Contra y pro. Si de algo tengo claro es que si es el público de cada equipo el que debe dictar sentencia sobre sus entrenadores, solo quedaría vivo el ‘Cholo’ Simeone en el fútbol profesional español.
El aficionado -de cualquier equipo, no tiene porqué ser el del Dépor- tiende a ver el fútbol en blanco o en negro. No se pierde en matices. Y los hay. Claro que hay matices. El fútbol está tan marcado en base a los resultados que dependes tantísimo de si un disparo de tu delantero entre o no, de si un linier levante o no el banderín en un fuera de juego o de si a tu portero se le escape un tiro flojo que no se mira más allá. Tu trabajo diario, tus cualidades a la hora dirigir un grupo de profesionales, tus ideas plasmadas sobre el terreno de juego… El fútbol tiene esta magia que es capaz de llevarte del cielo al infierno -y viceversa- en cuestión de semanas y sin haber pasado por ningún escalón intermedio.
Fernando Vázquez habrá hecho cosas bien y cosas mal. Es lícito recriminarle las que ha hecho mal y es lícito ensalzar y loar aquellas que ha hecho bien. Y si eres capaz de combinar ambas, habrás llegado al punto que quiero explicar. Porque de Fernando se pueden separar tres etapas en el Deportivo. La primera pudo ser sobresaliente aunque se quedó en notable; en la segunda (primera vuelta de este año) fue notable aunque casi sobresaliente; y en la tercera etapa sus resultados no llegan al aprobado aunque de conseguir el objetivo superaría el ‘5’. Considero que la media no es nada mala.