El estreno de Dani Barcia con el Deportivo en liga fue una de las pocas noticias positivas de la derrota en Fuenlabrada. El canterano jugó los primeros minutos de la temporada y lo hizo en el lateral izquierdo por la lesión de Balenziaga. No es su posición natural, pero asegura que no tiene problemas en jugar ahí: «Juego donde me lo pida el míster. Sea donde sea. Puedo jugar como central, lateral… y si me lo pide en otra posición, a hacerlo lo mejor posible y ayudar en lo que pueda. En cadetes jugué un año entero de lateral y no es una posición desconocida para mí. Si juego ahí, lo hago tranquilamente y puedo cumplir perfectamente. El míster me pidió que hiciera lo que Balenziaga. Lo que sé. Bien en defensa y aportar lo que el equipo necesite en ataque».
Más allá del sabor amargo de la remontada en el descuento, Barcia se queda con el debut: «Es un orgullo. Llevo aquí 13 temporadas. Poder jugar en el equipo de tu ciudad, donde siempre has soñado… estoy agradecido al club y al cuerpo técnico por la oportunidad. Es por lo que he luchado siempre, son muchos años trabajando y ha acabado llegando. Pero tengo que trabajar todavía más».
Su próximo objetivo es poder jugar en casa: «Jugar en Riazor es lo que sueñan todos los niños de A Coruña. Desde pequeño he ido siempre ver al Dépor jugar y lo que siento no se puede explicar. Toca hacer lo que pueda y si me toca jugar, jugaré. Si no, a apoyar desde fuera».
A Barcia se le abre un hueco en una defensa con mucha competencia: «En el Deportivo siempre van a estar los mejores jugadores. La competencia en sí es buena para el equipo. Cada compañero hace mejor al resto. No he tenido muchas oportunidades todavía, pero tengo que seguir, buscarlo y cuando toque, toca».