Rubén de la Barrera ha sido presentado esta mañana como nuevo técnico del Deportivo. El coruñés, acompañado por el presidente Antonio Couceiro, ha ofrecido sus primeras palabras como preparador del Dépor en esta segunda etapa que arrancó ayer en la primera sesión de entrenamiento con la plantilla. De la Barrera ha pedido «autoexigencia» en este momento en el que apenas hay tiempo para construir. Y aunque ha recalcado que él se pondrá siempre como primer culpable, apuntó que «es el momento de los jugadores».
«Son momentos de jugadores, de asumir responsabilidad y no solamente reconocerse como jugador del Depor, sino sentir que tienen un privilegio que es estar aquí, independientemente de la repercusión del club. La ciudad está volcada y enchufada y todo eso te tiene que alimentar. Eso nos tiene que llevar en volandas, tiene que empujar y no bloquear, es lo que repito. Que la gente me siga, que la gente vaya y se atreva», apuntó De la Barrera durante su larga intervención.
Para el entrenador del Dépor, el vestuario «está en proceso de reengancharse, conectarse emocionalmente rápido porque no disponemos de tiempo». «Haremos cosas buenas, cosas menos buenas, pero lo que tenemos claro es que la culpa siempre la voy a asumir yo, y ellos tienen que aumentar esos niveles de autoexigencia, mentalidad, solidaridad, porque al final esto es un deporte colectivo. Todo ese talento solo se exprime si hay un funcionamiento colectivo. Miramos al Algeciras, día a día. Hay que llegar lo mejor preparados al sábado dentro del poco tiempo y seguir. Lo que suceda que nos venga bien y nos permita evolucionar, y lo que haya que ajustar, hacerlo también», destacó.
A mayores, el técnico expresó que su llegada supone un reto «mayúsculo» porque, además, siente el club. «Es un reto. Es un reto en toda regla y mayúsculo en mi club. Sabemos que la ilusión que tenemos, la energía que llegamos es máxima. Siendo consciente de lo que queda».
De la Barrera y el semáforo
«Soy una persona que intenta visualizar las cosas. Y esas visiones me llevan a la acción y darle importancia a lo importante. El día a día, que cada minuto la gente esté en disposición de competir. Limpiar cabeza e hilar muy fino en lo que se hace y lo que se dice para que la gente llegue a los partidos con las ideas claras. Eso les reportará mayor seguridad. La mía tiene que ver con ver cómo está cada uno. Esto es como un semáforo. Cada uno representa un semáforo, el que tenga la luz verde adelante y el que esté en ámbar y rojo tendrá que esperar su opción», añadió De la Barrera.
«Tampoco hay mucha historia, el tiempo es el que es, no da tiempo a hacer grandes cosas. Toca adaptarnos, aprovechar todo lo bueno de las anteriores etapas, beneficiarnos y dar matices», expresó el coruñés, que recalcó que reconoció que su llegada se parece en la forma a su primera incorporación al Deportivo: «Creo que son momentos diferentes. Circunstancias parecidas, pero momentos diferentes. Recuerdo que en ese primer momento había varios jugadores que no estaban disponibles, teníamos que ir poco a poco. Lo complicado fue ese primer mes. Tras ese mes, el equipo aumentó el nivel, ganamos partidos y nos faltó media horita para hacer algo más grande».