Condicionado primero por las dificultades de todo tipo y avalado después por los resultados, Imanol Idiakez y su staff técnico han confiado este curso 23/24 en una ‘guardia pretoriana’ muy evidente. El preparador vasco ha sido poco dado a introducir revoluciones y lo cierto es que el desenlace de una temporada que iba para tragedia y remató en éxito reafirma su gestión. Ahora, con el Deportivo ya planificando el próximo curso, el próximo 1 de julio se abrirá un mercado de fichajes que se prevé bastante movido y en el que Fernando Soriano tendrá que apuntar con la notable mirilla que tuvo en verano y olvidar la mala puntería de la ventana de compraventas invernales.
Más allá de cualquier valoración personal, los roles repartidos por Idiakez no engañan. El director de fútbol del Dépor encontró en el último período estival varios jugadores que han acabado convirtiéndose en la columna vertebral del once compuesto por Imanol. Pablo Vázquez son las evidencias más notorias. Ambos con menos de un año de trayectoria en el club, su rol como piezas capitales ha dotado al Deportivo de muchísimos aspectos tangibles e intangibles que han convertido al bloque blanquiazul en un mejor colectivo.
El central es el futbolista con más minutos disputados esta temporada que termina en liga y playoff por el título, con 3.716 y 38 participaciones. De cerca le sigue Villares y por detrás se sitúa José Ángel Jurado, otro de los nuevos y al que una lesión en el pie le impidió seguir engordando cifras en el doble duelo contra el Castellón.
Más allá del central y el mediocentro, otros casos como el ya asentadísimo Germán Parreño y el competitivo Balenziaga también pueden ser calificados como éxito a pesar de las dudas que ofrecieron en algunos momentos del curso. Ambos han acabado siendo fundamentales, como atestigua el hecho de ser el quinto y el séptimo futbolista, respectivamente, con más volumen de participación. Mientras, otros casos como Ximo Navarro e Iván Barbero, 12º y 15º hombres en la rotación, han tenido más trascendencia de lo que sus minutos condicionados por lesiones dicen.
Paris o Sevilla, las excepciones que confirman la regla
Casos opuestos a los de Ximo y Barbero son Paris Adot y Salva Sevilla. Lateral navarro y mediocentro andaluz han estado por encima de Navarro e Iván, respectivamente, en cuanto a participación neta. Sin embargo, un gran porcentaje de esta presencia se dio en una primera vuelta inestable en la que las lesiones de Ximo obligaron a jugar -incluso forzando- a Paris y la ausencia del ariete abrió una plaza en el once que Salva Sevilla agarró más por necesidad y confianza en encontrar una mejora que por rendimiento real.
Así, ambos perdieron peso hasta ser testimoniales en la brillantísima segunda vuelta blanquiazul y solo este último mes con el ‘pescado vendido’ les ha devuelto de nuevo al foco competitivo. Pese a ello, Sevilla se irá tras acabar contrato y el club busca una salida para Adot, según La Voz de Galicia.
El caso de Salva es paradigma de las últimas incorporaciones del pasado mercado estival. El centrocampista fue, junto a Valcarce, Cayarga y Hugo Rama de los últimos en llegar. Y el denominador común ha sido su bajo rendimiento. Incluso Hugo Rama, 13º futbolista con más minutos, no acreditó en unas participaciones que fueron a rachas -entre su nivel, el del equipo y las lesiones- el rol de futbolista capital con el que había llegado.
Un mercado de invierno pobre para el Deportivo
Así, estos cuatro últimos fichajes que apuntaban a ser la guinda a una plantilla notabilísima emborronaron un mercado estival más que potente, pero al que le siguió una pobre ventana de invierno.
Caso de análisis individual por las particularidades de la portería es el de un Eric Puerto al que el papel de Parreño le mantuvo en la sombra hasta la lesión del primer meta. El cancerbero jugó los 3 últimos partidos del Dépor este curso para completar los 13 disputados previamente con el Antequera en la misma categoría.
Mientras, Iano Simao, Raúl Alcaina y, sobre todo, Luis Quintero fueron incorporaciones con escasa, poca o muy poca trascendencia. Al pobre rendimiento se le añade el hecho de haber llegado en los últimos días de un mes decisivo para el Deportivo, que se jugaba reengancharse a la zona alta o quedarse en el camino en un pleno de duelos contra rivales directos.
Así, Alcaina fue de más a menos. A los 16 partidos y más de 700 minutos con 2 goles que había sumado con el Alcoyano añadió vistiendo la blanquiazul 13 participaciones, algo más de 330 minutos y 3 goles. En total, 29 duelos, 1.116 minutos y 5 tantos entre Alcoyano y Dépor. El punta, de más a menos, ejerció al menos como revulsivo de Barbero. Porque Iano y Quintero, ni eso.
El guineano fue tercera o cuarta opción en el lateral zurdo y el último encuentro de liga regular señaló parte de los porqués: unas lagunas defensivas que en el Fabril sí lograba compensar a partir de físico para defender y, sobre todo, atacar.
Iano al menos pudo disfrutar de 7 encuentros en Primera Federación para sumar 195 minutos. Porque Quintero, ni eso. El extremo llegó cedido por el Villarreal B después de haber sido un futbolista de rotación en Segunda. Pero no convenció en ningún momento a Idiakez, que le otorgó cero titularidades y apenas 5 ratos contados que equivalieron a solo 56 minutos totales.
Así, los minutos acumulados -excepción de los canteranos aparte- en la temporada 23/24 son un buen rango de medida para valorar la trascendencia de cada jugador para Imanol Idiakez y, mirando hacia el futuro, sus posibilidades de continuar en el proyecto. Muchos de los que apenas han contado o incluso alguno de los que han acumulado participaciones pero con poca asiduidad tendrán la puerta abierta de un Dépor que ya trabaja para que su éxito en el próximo mercado se parezca más al del verano pasado que al del último invierno.