El Deportivo cayó en Gijón (2-1) en un partido que no pasará a la memoria de la afición blanquiazul. En una primera mitad muy espesa de los blanquiazules, el Sporting anotó dos tantos aprovechando los espacios que dejaba en defensa el Dépor. El equipo coruñés reaccionó en la segunda mitad con oportunidades y hasta un gol, pero la falta de acierto y de tiempo les condenaron a una nueva derrota como visitantes. Repasamos en fotografías el tropiezo del Deportivo en El Molinón:
Muy vulnerables al espacio en la primera mitad
No fueron buenos los primeros 45 minutos del Dépor. El equipo de Gilsanz lo intentó, pero se topaba una y otra vez con un Sporting muy correcto a nivel defensivo. Los rojiblancos hicieron una primera mitad muy sólida y aprovecharon a la perfección sus oportuindades al espacio ante un Deportivo muy expuesto. Con un par de pases el cuadro asturiano se plantó varias veces en el área deportivista. Estas contras letales no fueron desaprovechadas por los locales, que se marcharon con una ventaja de dos goles al descanso.
El mago de Amoeiro empieza a hacer trucos
Diego Gómez fue uno de los más activos del Dépor en ataque. El ‘7’ deportivista, a pesar de tener que bailar con el experimentado Cote, no dejó de intentarlo durante todo el partido por esa banda derecha. Insistió una y otra vez hasta que se inventó una asistencia, la primera en su cuenta en el fútbol profesional, con un centro medido que aprovechó Barbero.
Un hilo de esperanza
Aprovechando la genialidad de Diego Gómez, Barbero fue el más listo de la clase. El delantero vio antes que nadie el centro guiado del de Amoeiro y se coló a la espalda de la defensa para rematarlo. Con una estirada digna de un felino, el andaluz tocó el balón para batir a Yáñez y darle emoción a la última media hora de juego.
El que perdona lo acaba pagando
Después del gol de Barbero el Deportivo perdonó algunas ocasiones manifiestas de gol con las que podía haber igualado, o incluso ganado, el encuentro. Finalmente, ninguna de esas opciones acabaron en el fondo de la red y el Dépor lo pagó yéndose de vacío de El Molinón.
Volvió Escudero con regalos para todos
La nota positivo fue la inclusión en los últimos minutos de Escudero. El lateral izquierdo volvió a pisar un terreno de juego tras casi cinco meses de ausencia por una lesión en su codo. Entró para el último cuarto de hora y dejó unas magníficas sensaciones que demuestran el tipo de futbolista que es. Con el equipo volcado en el área rival, Escudero no se cansó de poner caramelitos al área para que sus compañeros rematasen. También probó suerte buscando un gol directo desde la esquina, pero Yáñez estuvo atento para desviar el balón sobre la línea de gol.