El club ha anunciado la suspensión de cualquier acto protocolario con jugadores o técnicos hasta que se consiga el objetivo del ascenso.
Concentración, mirada fija y tensa para dar el último salto. El Deportivo ha llegado a este tramo de la temporada como líder, pero tras los tropiezos delante de Ponferradina y Lugo han aparecido ciertas dudas que el deportivismo quiere disipar. El club ha tomado buena nota y es por ello que ha anunciado la suspensión de todos los actos públicos con la plantilla, cuerpo técnico incluido, hasta la consecución del tan ansiado objetivo del ascenso.
Tan sólo cinco escalones son los que debe subir el equipo para llegar a dicha meta, quizá menos si los resultados acompañan. Alavés, Eibar, Numancia, Jaén y Girona ponen nombre a los obstáculos que el Dépor deberá superar.
Cuando todo parecía encarrilado, las dos últimas jornadas han puesto un inesperado interrogante sobre Riazor que, aun siendo leve, ha provocado reacciones. La primera salía a la luz estos días, al zanjarse el asunto de las primas mediante un acuerdo que han anunciado pesos pesados del vestuario, y la segunda no se ha hecho esperar. Todas las medidas parecen tener como fin aislar a la plantilla de posibles distracciones.
Así, actos como el que llevó a parte del equipo a visitar un colegio de la Asociación Aspronaga (dedicada a la atención de personas con discapacidad intelectual en Galicia) esta misma semana tendrán que ser aplazados hasta llegar a Primera División.