Una racha de tres victorias consecutivas y un total de siete encuentros seguidos sin perder han alzado al Fabril a la quinta posición de su grupo en la Tercera División.
¿Qué sería del fútbol español actual sin la paciencia de los entrenadores de base? Esa podría ser una de las preguntas que posiblemente menos atención ha congregado la atención de los medios informativos en los últimos años. En A Coruña, hablar de cautela y mano izquierda con la cantera es hacerlo también de Manuel Mosquera. El técnico del Fabril retornó este verano a la que fue su casa durante su etapa de formación como futbolista y, sin prisa, pero sin pausa, ya ha dejado en el filial deportivista el sello que le granjeó el afecto de sus jugadores en equipos como el Laracha.
Ahora, 16 jornadas después de tomar el mando del segundo equipo del Deportivo, Mosquera ha dado forma a una nave que ha tomado velocidad de crucero con cinco victorias y dos empates en sus siete últimas citas. No era una papeleta sencilla. Con ausencias notables en el primer tramo del curso -como las Álvaro Queijeiro o Piette, entre otras- y tras una temporada donde las categorías inferiores se miraron con lupa, el sosiego del entrenador coruñés dio un pequeño balón de oxígeno a jugadores como Róber o Dani Iglesias. Y es que el estado anímico de un equipo se suele medir por su efectividad en ambas áreas.
El Fabril, que sufrió en algunos encuentros para traducir su dominio en goles, ha equilibrado la balanza poniendo un candado a la portería de David Gómez, que en los tres últimos partidos -ante Laracha, Bertamiráns y Barbadás- no recibió ningún tanto. En ese sentido, uno de los nombres propios es el de Róber. El central oleirense es el único jugador de la plantilla que ha disputado todos los minutos y uno de los más regulares en sus actuaciones. En una plantilla con Iago López y Quique Fornos, el jugador formado en el Victoria ha dado un paso adelante para dejar atrás los nervios que, en ocasiones, atenazaron su juego durante el año anterior.
Curiosamente, Fabril y primer equipo viven momentos antagónicos. En un momento en el que el trayecto de jugadores de la cantera hacia la plantilla senior parece en un segundo plano, el filial deportivista saborea un momento dulce que, en sus inicios, fue complicado de digerir. Ahora, con 27 puntos en el bolsillo -a cuatro del líder, el Pontevedra-, los hombres de Mosquera buscan dar continuidad a una buena racha que dejó momentos para el recuerdo como el debut de Marcos Remeseiro en partido oficial con el Deportivo en la Copa del Rey o el retorno de Álex Pérez a los terrenos de juego. El punta, de 22 años, volvió el pasado sábado a disfrutar de la competición tras su larga lesión y lo hizo de la mejor manera posible, con un gol ante el Barbadás en los últimos instantes del encuentro que cerró el 2-0 en el marcador.
Sin embargo, no fueron los únicos protagonistas de estas dos últimas jornadas. Miguel Cardoso, que atravesaba una pequeña sequía anotadora desde el partido ante el Silva, volvió a ver puerta precisamente frente al Barbadás, lo que deja al extremo portugués como máximo goleador del Fabril con seis tantos, un pequeño premio para uno de los jugadores que está buscando con más insistencia asaltar el puerto de montaña que es actualmente la primera plantilla. Su próxima oportunidad será este domingo día 14 en un choque crucial ante el Arosa, empatado a puntos con los herculinos. La cita, en el campo municipal de A Lomba, a partir de las 17:00 horas.