El juez del Levante-Zaragoza ha decidido absolver a los 36 jugadores acusados de corrupción deportiva. Sí ha condenado a los dos directivos del Zaragoza, Agapito Iglesias y Javier Porquera a un año y tres meses de cárcel por falsedad documental.
Así ha sido como no han considerado suficientes las pruebas aportadas por el fiscal (pedía dos años de cárcel y seis de inhabilitación para todos). Una década después, y ya con prácticamente la totalidad de esos jugadores retirados, se cierra así uno de los casos más grandes de amaño del fútbol español.
Según el juez, Agapito Iglesias y Javier Porquera justificaron fraudulentamente la salida de 1.730.000 euros de las cuentas del Zaragoza con el pago de primas especiales a sus jugadores por conseguir la permanencia en Primera. Un pago que no fue real y se fingió para ocultar la salida de dinero ante la entrada del club en concurso de acreedores.
Cabe recordar que en el Levante-Zaragoza, el equipo maño se salvó del descenso y condenó al Deportivo a Segunda División, supuestamente tras un pago que rondaba el millón de euros. Nueve jugadores, Javier Aguirre (entrenador) y Antonio Prieto (director deportivo) recibieron dinero en sus cuentas que posteriormente retiraron para devolver a Agapito Iglesias.
Además, el magistrado no ha encontrado pruebas de que el dinero fuese destinado a los jugadores del Levante por dejarse perder el partido. Con lo que rechaza por tanto que el encuentro fuese amañado. La sentencia puede ser recurrida.