El míster deportivista afirmó que está «contento por darle una alegría a la afición» con el triunfo ante el Celta, y afirmó que sus hombres todavía están «lejos» del nivel que pretende el técnico.
Fernando Vázquez se mostró «muy feliz e ilusionadísimo de cara al futuro» tras la victoria del Deportivo ante el Celta de Vigo por 3-1. Por encima de todo, el preparador gallego quiso «dar las gracias a todos los jugadores, no solo a los que jugaron» por su actitud durante el mes en el que ha estado al mando de la entidad coruñesa. «Estoy contento porque le dimos una gran alegría a la afición y cumplimos el objetivo de que se vayan contentos para casa, aunque todavía seguimos en la UCI. El equipo está muy unido y la afición estuvo sensacional. Esta unión nos puede llevar a hacer algo grande», indicó en la sala de prensa de Riazor.
Sobre el partido en sí, el de Castrofeito declaró que su equipo «se desorganizó más que otros días a la hora de defender, pero tuvo una actitud más agresiva cuando tuvo la pelota». «Dimos un paso adelante, pero estamos lejos de lo que pretendemos. Mi idea es mantener al equipo compacto y jugar de esta forma. Por ahora, si estamos demasiado compactos, nos cuesta romper en ataque. A nivel defensivo quiero una marcha permanente, y marchas diferentes a nivel ofensivo. Los jugadores son mejores de lo que están enseñando», dijo.
El míster herculino reconoció que el tempranero gol de Riki y la expulsión de Iago Aspas «fueron muy influyentes», sobre todo por la tarjeta roja que vio el de Moaña, ya que «es el goleador del Celta y un jugador tremendo».
En cuanto a la presencia de Juan Domínguez en el once inicial, el técnico de 56 años explicó que los blanquiazules necesitaban «un poco de talento ofensivo que Juan nos tenía que dar para romper la elevada presión» del club olívico, una situación que fue incluso «más fácil» después de que el rival no apretase «en exceso» y menos arriba «de lo esperado»
Por último, Vázquez celebró que «todavía quedan 15 días para el siguiente partido», y avisó de que los suyos entrenarán «duro y fuerte para ganar el choque ante el Mallorca». «Dos semanas dan para mucho: para coger confianza, sensaciones… Espero que nos duren los sentimientos que conseguimos en este partido. En Mallorca tenemos que ganar y vamos a arriesgar«, aseguró.
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El preparador celtista también comentó que «desde el inicio se dieron muchas circunstancias que complicaron» a su conjunto, «como el primer gol, que fue muy tempranero, o la expulsión de Iago Aspas». «No era una noche para el Celta y sí para el Deportivo, al que le ha salido todo, como en su segundo tanto, que fue una maravilla».
A la pregunta de si esta derrota ha dejado muy tocados a sus hombres, el de Toledo prefirió ver el lado positivo, y declaró que los celestes pueden aprender «una lección». «Lo bueno del fútbol es que continúa. Aún tenemos oportunidad. Yo voy a dar la cara siempre y el Celta también mientras yo esté aquí. El fútbol no se para y dentro de 15 días tenemos un duelo contra el Barça. Hoy contábamos con la posibilidad de puntuar, por lo que habrá que puntuar ante el Barça», concluyó.