Gerard Piqué fue el protagonista del episodio número 128 de The Wild Project. El defensa del Barcelona recordó una anécdota de la temporada 2008-2009, cuando acudió a Riazor tras haber logrado el triplete con Guardiola como entrenador.
«Si ganas el triplete, como el primer año de Guardiola, se sale y punto», relata el central. «Me acuerdo de un partido, el Deportivo – Barça del primer año de Pep y habíamos ganado el triplete. Me coge Pep el día antes y me dice ‘Gerard, no salgas esta noche que mañana juegas, que casi no tenemos jugadores’. Esa temporada habíamos acabado muchos jugadores lesionados. Y sí, salí de fiesta a celebrarlo», destacó Piqué.
«Al día siguiente jugué con resaca, no podía ni con mi vida. Era una resaca bestia, a tal punto que me lesiono. En el 60 no pude más. Y teníamos que ir a la Copa Confederaciones y estaba tieso. Eso sí, llegué a tiempo para jugar, pero en Riazor en el 60 me tuvieron que cambiar». Añadió que «me acuerdo que Puyol estaba en la grada y conocía al árbitro, que le preguntó ‘¿qué le pasa a Piqué?’. Y se moría de risa. Situaciones de esas hay que vivirlas, vida solo hay una».
Sus aventuras con Víctor Fernández en el Zaragoza
Además, Gerard Piqué estuvo con Víctor Fernández en el Zaragoza. «Hay partidos bestias. No del día de partido, los días de partido siempre los preservé mucho. Solo fue el partido del Dépor, que habíamos ganado el triplete, ese partido era intrascendente. La época más loca fue la de Zaragoza, con 19 años. Ya sabes, la juventud. Venía de dos años en Manchester, pasándolo muy mal allí. Llego a Zaragoza y me dije, esto me lo conozco».
Prosiguió explicando que «Zaragoza y Barcelona eran dos horas y algo en coche, ese trayecto me lo sé de memoria. Tenía a mis amigos en Barcelona y hacía dos años que no los veía, me daba la sensación que los tenía al lado. Había semanas que lo que hacía era dormir durante el día, por la noche me iba a Barcelona, salía de noche y sin dormir llegaba a entrenar. Dormía por la tarde, pero tenía 19 años, era una locura. La gente que me conoce suele decir ‘la flor de Piqué’. Una vez me quedé dormido y dejé el coche siniestro en una rotonda. Llegué un día dos horas tarde a un entrenamiento con Víctor Fernández».
En cuanto a la anécdota con Víctor Fernández, explicó que «en esa época se fumaba en las discotecas. Salimos en la sala Bikini y yo tenía una habitación para dormir una o dos horas en el Princesa Sofía. Acabé a las seis de la mañana, iba a dormir una hora y me iba para Zaragoza. Me quedé dormido, me desperté a las 9 y el entreno era a las 11 pero teníamos que estar allí a las 10. Salí pitando para llegar al entreno. Llego al parking y no tenía las llaves del coche, las había perdido en la Bikini. Me dan una llave en el concesionario a las dos horas, llegué dos horas tarde al entreno, ya había terminado. El míster ya me conocía por mi historial, ni me acuerdo la excusa que le dije, que si mi novia estaba embarazada cuando no tenía ni novia… Y me dice Víctor Fernández, «no tengo por qué no creerte, pero no te creo, ponte a correr», me dice. ¿Sabes cuando empiezas a sudar después de salir y el olor a humo… ese olor del pelo? Me dejó sin convocar, no sé cuánto tiempo.