Irene Ferreras ha puesto el punto final a su etapa en el Dépor Abanca con una carta en la que ha querido despedirse de la afición blanquiazul, de las jugadoras de la plantilla y de buena parte del personas que conforma los diferentes estamentos del club. De todos… o más bien de casi todos, pues entre todos los nombres que aparecen mencionados por la entrenadora madrileña no están ni el del director general Massimo Benassi ni el del director deportivo Kevin Cabado.
Se trata de dos ausencias que recuerdan a la despedida hace unas semanas de Imanol Idiakez, para el que Ferreras ha tenido unas bonitas palabras de cariño. El vasco tampoco hizo referencia al italiano y, en su caso, a Fernando Soriano, responsable del primer equipo masculino.
La carta de despedida completa de Irene Ferreras
Hola, deportivistas.
En Julio de 2022 llegué al Deportivo con la ilusión tremenda de entrenar en un gran club, pero reconozco que por aquel entonces no era consciente de su verdadera grandeza y de lo que significa su sentimiento. Hoy, me despido del Dépor con el orgullo de ser para siempre unha das vosas.
Entre todos, habéis conseguido que una madrileña, que venía sola a un nuevo contexto y con un reto importante
por delante, se haya sentido como en casa. Pronto, me arroparon los vecinos de Carral, me arroparon los trabajadores de Abegondo, me tendió la mano la Federación Gallega y encontré la hospitalidad en cualquier parte de Galicia. Poco a poco, fui encontrando a personas que se han convertido en amigos. Todo esto es, sin duda, lo más importante que me llevo. Me llevo a las personas, mis personas. Gracias América por encontrarme un lugar donde vivir, por ayudarme en mi llegada y por ser una mano amiga en un destino por descubrir; siempre serás el mejor abrazo prepartido.
En primer lugar, quiero dedicarle unas palabras a la afición. A esas personas que sin motivo alguno han decidido estar a nuestro lado en estas dos temporadas y pico.
Sin vosotras y vosotros no habríamos podido conseguir lo que conseguimos, y mucho menos hacerlo de una manera tan especial. Compartir los logros los multiplica, sin duda. Os vi llorar de tristeza y de felicidad en menos de nueve meses y fuisteis parte de algo de suma importancia en el deporte y en la vida. Hay que seguir intentándolo siempre. Nadie nos garantiza llegar, pero sí vivir con la satisfacción de haber hecho todo lo posible. Gracias por desplazaros para estar con nosotras, por crear la magia de Abegondo, por superar las expectativas en Riazor, y por cada palabra y aplauso de aliento. Puede parecer algo sin importancia pero en un mundo que cada vez se normalizan más comportamientos de odio y crispación, habéis sido un auténtico ejemplo de lo que quiere todo equipo como afición y el motor de nuestros días.
Gracias a los periodistas que he tenido la suerte de conocer y que tan buen trato han tenido siempre hacia mi persona y, sobre todo, a mi equipo. Qué bonito sentir que cada uno desde su trabajo, queríamos lo mismo.
Gracias al club por darme la oportunidad de vivir una de las etapas más importantes de mi carrera.
Aún recuerdo cómo me sentía después de aquella primera reunión para acercar posturas. Sentí «es ahí» y mi cabeza desde entonces no pudo parar de dibujar un Dépor en Liga F. Gracias David Villasuso, Rocío Candal y Carlos Rosende por elegirme. Y más gracias aún por apostar por mí en todas las idas y venidas que tienen los equipos a lo largo de una temporada. Me cambiasteis la vida, y me valorasteis tanto que me sentí capaz de todo. Tanto fue así, que después del palo más grande del final de temporada 22-23, era imposible pensar que no lo lograríamos, porque no habíamos fracasado, estábamos de camino.
Rocío Candal, tu trabajo fue brillante y me hiciste entender la clave de todo, no es que tú confiaras en mí, es que
yo confiaba en ti. Formamos el mejor equipo posible y me siento agradecida por ello y porque la vida te ponga donde te mereces, ni más ni menos.
A Juan Carlos Escotet y Michelle Clemente, gracias por crear un contexto a la altura para nuestras jugadoras. Por darnos un lugar donde sentirnos profesionales cada día y por ilusionarnos con un proyecto en crecimiento basado en una apuesta real y ambiciosa.
Gracias a todos los compañeros de Abegondo, que me han hecho mejor profesional con su entrega, predisposición y buen trato diario. He tenido la suerte de compartir conversaciones y momentos de fútbol con Borja Jiménez, Óscar Cano, Rubén de la Barrera y Óscar Gilsanz. Gracias por el sentimiento de pertenencia que me habéis inculcado, me acuerdo especialmente de Martín, Lagar, Lari, Yago, Alberto, Alex, Javi, Merce, Meju, Susi, Cholo, Emi, Rafa Jorge, Laura, Rodri, Luis, Montse… me dejo a muchos, pero ps levo en el corazón. Y, por supuesto, mi amigo y gran profesional, Imanol ldiakez. Quedará como el entrenador del ascenso, pero -sin duda- me llevo lo que es y no sólo lo que hizo.
Lucas, capitán, gracias por tus consejos y tu fuerza en los pasilos de Abegondo. Siempre empujando para que nos fuera bien, siempre apoyando cuando lo no iba. Deportivismo a todos los niveles, siempre con los suyos y las suyas.
Miguel Juane, Carlos Ballesta y Vicente Fernández, gracias por ser calma y arropo. Sabiduría y experiencia, y hacer honor a su función con un trato impecable y cariñoso, grandes consejeros. Antonio Couceiro por tu acogida y cercanía. Álvaro García, por involucrarte con nosotras de verdad por querer entender nuestro contexto y por dar pasos reales a esa igualdad que tanto pretendemos, por cambiar primer equipo y «las chicas», por primer equipo masculino y femenino. Siempre en tu equipo.
Gracias a mis jugadoras, aunque ya os he dicho todo. Os quiero y fue un auténtico placer crecer y aprender a vuestro lado. Me habéis dado el mejor camino y la mejor despedida posible. Juntas y fuertes. Gracias también a las jugadoras de filial, por no parar de entregar esfuerzo por el bien común y aprovechar las oportunidades limitadas que el fútbol ofrece en un contexto profesional. Fui muy feliz viéndoos crecer.
A mi staff, los mayores currantes de la historia. Sostén de todo lo que se ve, luchadores, en todo lo que no se ve. La pasión que habéis puesto es el significado de éxito en la vida, olvidaros de todo lo demás. Cris, Migui, Pablo, Nando, Marta, Patri, Andrea, Carol, Diego, Xandre, Tania, Laura, Ire… y a mi familia, Juan, Manu y César, me llevo tres gallegos para siempre. Kike, gracias por ser valiente y volver a darnos la oportunidad de trabajar juntos, de verdad que cada temporada te admiro más. Esto continúa, amigo mío.
Siempre con la música de compañera, os llevaré dentro en los días que vendrán, aceptando que «si hay un inicio, habrá una última vez. Por mucho que nos duela, así debía ser.»
Irene Ferreras