Irene Ferreras sabe la importancia que tiene el duelo entre el Dépor Abanca y el Europa que este domingo se disputa en Riazor. Tanto a nivel clasificatorio, como también simbólico, dando cada vez más visibilidad al equipo femenino que se encuentra en plena lucha por el ascenso:
Partido especial
«Llega el escenario idílico en el mejor momento, cuando más lo necesitamos. Queríamos compartir este momento que hemos creado a base de pelear y tenerlo con la afición en este escenario. Es una victoria del fútbol femenino y hay que aprovecharlo».
Jugar con la afición
«Jugamos con el factor campo durante toda la temporada. En este caso es un escenario especial. Los resultados de las últimas jornadas no son los que queríamos, pero el equipo está demostrando merecerlo durante toda la temporada. Hay que saber valorar lo de estos meses y estos momentos son los que nos permiten ver la dificultad de la competición. Es fácil acostumbrarse a ganar y ver que está todo hecho, pero esto es pelea diaria. Sé que la gente va a responder, porque el deportivismo está en las buenas y en las malas. Ya lo hicieron el año pasado y este nos han arropado más que nunca».
Aprendijaze de la temporada pasada
«Las experiencias siempre te ayudan. Lo importante es utilizarlas para tener indicadores de información que puedan ayudar. Habíamos hecho un análisis de la temporada pasada y sabíamos que en el tramo final los equipos de abajo sacan puntos porque se juegan muchas cosas. Es verdad que esa tensión de acercarse al final entra en juego y todos esos factores hay que conjugarlos. Toca hacerlo de la mejor manera para que no perjudique. El equipo ha madurado y ahora es un momento para disfrutar, el equipo se lo ha ganado».
El Europa
«Es un equipo que está compitiendo bien. Le está costando sacar resultados, a los recién ascendidos siempre les cuesta, pero ya nos lo puso difícil en la ida. Le ha rascado puntos a muchos equipo y ha puesto las cosa difíciles a todos. Nos fijamos en nosotras y en tener el respeto al rival y hacer todo lo mejor posible, con la máxima intensidad. Desde ahí a jugar el partido que queremos jugar, sabiendo también las fortalezas del rival, que las tiene, e intentando sacar a relucir nuestras virtudes».