El defensa herculino destacó la importancia de que exista un «buen ambiente en Riazor» en el derbi ante el conjunto de Berizzo el próximo sábado. Además, evitó pronunciarse sobre su probable retiro a final de temporada.
Manuel Pablo volvió a la titularidad en un campo tan difícil como es el Santiago Bernabéu. En el centro de la defensa, el veterano lateral hizo historia al convertirse en el jugador con más temporadas en Primera División con el Deportivo. «Son números que están ahí, que te gustan. Pero sigo trabajando día a día, intento ser natural, tomarme las cosas con normalidad y esas estadísticas quedarán para más adelante. En el día a día no miro mucho eso», reconoció.
En cuanto a ese partido, apuntó que «hicimos bien las cosas, como en las últimas semanas. Nos faltaba coger ese punto contra los grandes. A pesar del resultado, era importante mejorar la imagen que habíamos dado contra los grandes». De hecho, no le sorprendió su titularidad. «Sabía que por las bajas podía tener presencia. Este año los dos partidos de Copa los jugué de central. No es mi puesto, pero este año he entrenado bastante de central. No es lo mismo y más contra esos jugadores. Lo importante era que todos estuviéramos arropados, nos ayudásemos, el que se iba a beneficiar era el equipo».
Evitó pronunciarse sobre su posible retiro a final de temporada. «Hay una posibilidad real que es que pueda acabar, no me gusta hablar y que me pregunten todo el rato de eso. Entreno normal, intento estar para competir y ya está. No le doy muchas vueltas, la verdad es que no lo he pensado. Está ahí y puede pasar cualquier cosa. Lo más probable es que se acabe, pero no lo quiero decir abiertamente. A ver lo que pasa de aquí a tres o cuatro meses. No me doy prisa, estoy tranquilo y en el día a día no pienso en que sea mi último partido en el Bernabéu. Salí a competir como cualquier año».
Entrando a valorar el derbi, destacó que será «un partido distinto, difícil. Ellos han recuperado el juego del principio, como todos los derbis va a ser igualado y tenso. Ojalá podamos seguir con esa senda que traíamos de atrás y conseguir la victoria». De hecho, una victoria sería «refrendar lo que estamos haciendo y darnos más tranquilidad. Seguimos cerca de los puestos de descenso y no nos podemos permitir ningún lujo. Si podemos avanzar, todavía se puede soltar más el equipo. Este es un partido de tensión, por la clasificación y por el rival».
Por último, el equipo espera que el encuentro del sábado sea una fiesta del fútbol gallego pero con final feliz para el Deportivo. «Esperamos un buen ambiente en Riazor y que nuestra afición nos lleve al triunfo. Es el eterno rival, la afición lo tiene marcado en rojo en el calendario. Esa presión la tenemos aunque estuviéramos arriba», finalizó.