En una semana llena de nombres propios en el Deportivo, el de Manuel Pablo quizá haya podido pasar algo más inadvertido. Pero el canario ha dado un nuevo paso en su carrera como técnico al sumir el banquillo del Fabril tras el ascenso de Gilsanz al primer equipo. Estas son sus sensaciones
Proceso
«Ha sido una semana ajetreada. Porque el cambio fue de martes para el míercoles, con pocos días para ver todo. El miércoles todavía sesión con los juveniles… ajetreado, pero lo valoro positivamente. Se trata de darle continuidad, conocer también a todos estos jugadores, que algunos ya han pasado por muchas etapas del club».
Cambio
«Para mí no hay cambios. Es exigir el máximo siempre. Todos unidos, remando en la misma dirección y a partir de ahí ir creciendo. No cambia nada en ningún sentido. Les voy a pedir lo mismo que pedían los anteriores cuerpos técnicos. Exigencia máxima y compromiso. Los ajustes iremos haciéndolos poco a poco con nuestra idea. Cada entrenador tiene su identidad, pero no quiero estropear las cosas que se estaban haciendo bien».
Idea propia
«La idea es intentar venir haciendo lo que hacíamos en el juvenil. Un equipo protagonista, como ya era con Óscar. Nada más. Intentar ajustar bien las piezas, algunos movimientos que puedan ser distintos, pero lo mínimo es pedirle la exigencia. A nivel táctico poco va a cambiar, también dependerá de los jugadores».
Renovación de Mella
«Es una alegría para todos. Era un proyecto que se inició hace pocos años, pero que se hablaba de esta intención de cantera. Con esto se demuestra que el club, ya no sólo por lo que hablábamos de infraestructuras para mejorar todo, a los chicos, da un paso más en el sentido de mostrar que la apuesta es verdadera»