El goleador del partido, Pablo Vázquez, reconoció al término del partido su «enfado» porque a pesar del meritorio empate, entendía que el Deportivo había jugado otro partido condicionado, de nuevo, por el colegiado. «Yo estoy enfadado. Hemos sacado un buen punto, pero nos meten un gol otra vez en fuera de juego dos metros. A mí me exigen lo máximo y a los árbitros deben hacer lo mismo. Es un error muy grosero que nos cuesta un punto. Después del trabajo que hemos hecho, aguantando bien, me fastidia mucho ese gol. Porque ese trabajo te lo echan a perder», lamentó el defensor.
Para el defensor, la expulsión a Pablo Martínez a los diez minutos fue «otra vez un contratiempo bastante grande». «Yo creo que teníamos armas y habíamos planteado bien el partido. No he visto la jugada (repetida), pero en directo era un balón dividido y otra vez sin dudar una roja. Son decisiones que nos están pesando mucho y nos ha hecho jugar 90 minutos con uno menos. El otro día en Fuenlabrada, a Lucas le saca el brazo el último hombre: amarilla y sigan», recalcó Vázquez, que quiso incidir en el hecho de que, pese a todo, el equipo hizo «un trabajo grandioso».
«Hemos intentado aguantar para tener alguna y que nos diese la victoria. Nos hemos llevado un empate que, después de todo lo que ha pasado, es bueno», matizó.
Preguntado por la mala fortuna con las decisiones arbitrales en esta temporada, Pablo Vázquez volvió a ser crítico: «La realidad es que las decisiones nos están pesando mucho. Nos anulan un gol en la primera jornada… Nos han pasado muchas cosas que creo que los árbitros deben de mirárselas. A mí me exigen el máximo, pero ellos fallan y no pasa nada. Ya he dicho bastante». «El punto es bueno. Hemos peleado como animales. Se me ha puesto la piel de gallina por el agradecimiento de la afición, que ha reconocido el esfuerzo. Debemos estar orgullosos porque veníamos de un palo muy duro y hemos dado la cara», continuó para intentar cambiar de tema.
Sobre su gol, destacó que «el fútbol premió» al Deportivo. «Habíamos hecho un gran trabajo. He creído, la he olido. Cuando subía a rematar decía: ‘La tengo que meter’. Y Lucas pone balones que son fáciles de rematar. Conseguí marcar, nos dio ese puntito pero yo me voy enfadado por el gol que nos hacen», explicó.
Sobre la trascendencia del balón parado y el rédito que está sacando el cuadro blanquiazul explicó que es «una faceta a tener muy cuenta». «Se sacan muchos puntos defensiva y ofensivamente. Es una faceta que dominamos y debemos seguir explotando. Estamos haciendo un buen trabajo y tenemos que mejorar otras facetas. Después del palo del otro día hemos dado la cara. Estábamos con un ánimo y una energía muy buena. Hemos demostrado que peleamos por el escudo que llevamos en el pecho», expuso.
Un punto de inflexión para Pablo Vázquez
«La realidad es que llevamos solo una victoria, después de todo lo que nos ha pasado. Creo que meremos más, pero el fútbol sigue sin dárnoslo así que nosotros tenemos que dar más. Debemos detectar en qué facetas podemos mejorar», expresó el valenciano preguntado por la situación del equipo, que sigue sin asomar la cabeza hacia arriba.
Pese a esta única victoria en los 8 primeros partidos, Vázquez cree que el empate en El Toralín puede «venir bien». «Cuando nos levantemos, lo valoraremos. Este estadio es muy difícil, ante un muy buen equipo que va a pelear el ascenso. Vamos a ir a Sabadell con otro ánimo. A ver si el partido del Celta pudo ser un punto de inflexión y ahora podemos ir para arriba», finalizó.