Tras entrenarse esta mañana en Abegondo, Paco Jémez atendió a los medios de comunicación desde la sala de prensa blanquiazul y destacó que el partido del sábado es «muy, muy importante para los dos equipos». «No es definitivo porque son demasiados puntos los que quedan por delante. Pero sería dar un paso adelante importante. Así hay que tomarlo, entender la importancia de lo que nos jugamos y contra quién nos lo jugamos. En nuestra situación son todo finales. Está claro que mañana todos los adjetivos que se quieran poner serán pocos», dijo.
Como a Valerón, a Paco le hubiera «gustado» que Dépor y Las Palmas no fueran rivales directos porque «está claro que el año que viene uno de los dos no estará en Primera»: «entiendo que de los cuatro que estamos ahí solo se va a salvar uno. Esto es la competición y hay que valorarlo desde el punto de vista de los méritos. Me gustaría que puideran quedarse los dos, pero las circusntancais mandan. Si los dos estamos ahí luchando… el que se salve o no será por merecimiento o desmerecimiento».
En cuanto al Deportivo, comentó que «desde fuera es imposible valorar por qué está ahí» pero que le ve «herramientas necesarias y suficientes para salir y estar en una situación más cómoda». Aunque espera que su equipo sea «capaz» de hacer que la afición del Dépor se vuelva contra su equipo, tiene claro que a él le gustaría «jugar en casa». «El aficionado va a venir a ayudar al Dépor y a pitar a Las Palmas. Si queremos cambiar eso tendremos que hacer un partido para que el Dépor no pueda hacer lo que quiera hacer. Si me dejaran elegir no tengo dudas de que jugaría este partido en Las Palmas», aseveró.
Por otro lado, explicó de la siguiente manera la diferencia entre su duro mensaje tras la derrota ante el Villarreal con el habitual optimismo de Seedorf: «no sé lo que pasa en el día a día aquí, tengo suficiente con lo mío. Puedo salir a rueda de prensa y poner mil excusas. Pero no me gustan las exucsas. Porque además lo único que haría es mentir. Es asumir responsabilidades, y las asumo todas. Jamás dejaré caer una responsabilidad mía en los hombros de algún jugador. Si no me gusta algo lo digo, a cualquiera. Porque creo que tiene que ser así. No puedo salir después del partido ante el Villarreal y decir que estoy contento. No entro a valorar lo que hacen los demás, hablo de mí. Si creo que hemos hecho un partido horrible, lo digo».
Por último, reconoció que está «muy unido» a la ciudad porque tiene aquí a su familia pero «ahora defiendo los colores de Las Palmas y tengo clarísimo lo que quiero que pase». «Está claro que venir aquí, entrenar y jugar en el estadio que tantos años estuve… Me dolerá pase lo que pase… pero es una situación de profesionalidad. Cuando estás defendiendo a un equipo hay que dejar los sentimientos a un lado. El mal menor es que de los dos se salve uno, yo quiero que se salve Las Palmas. Y si no podemos, que se salve el Dépor«, dijo.
En la misma línea, comentó que «siempre será especial venir a este estadio y ver a la afición que tan bien me trató» y dejó la puerta abierta a un posible futuro en blanquiazul: «vamos a ver a dónde nos lleva el viento. Muchas veces puedes decidir, otras no, pero siempre se sacan conclusioens positivas. Si algún día me llevan a un sitio donde quiero estar, donde estoy a gusto y donde me gustaría entrenar, perfecto. Pero no siempre puedes elegir el sitio. Esperemos que en alguna situación si podamos hacerlo».