Análisis individual de la actuación de los jugadores del conjunto herculino ante el equipo dirigido por Diego Pablo Simeone.
Un tanto de de Oriol Riera cuando el partido exhalaba sus últimos suspiros puso una marcha más a un Deportivo que saltó decidido a Riazor. Intensos en la presión inicial, los hombres de Víctor Sánchez del Amo se encontraron con dos goles de Griezmann en el primer tercio del encuentro y, paulatinamente, perdieron fuelle hasta que la diana del ariete catalán dio esperanzas a un equipo que, con más corazón que cabeza, intentó equilibrar el marcador cuando el electrónico ya contaba los segundos para la finalización del duelo.
Juanfran: 5. Le costó entrar en el partido. Fue en la segunda parte, con el Deportivo adelantando sus líneas y actuando de carrilero, cuando se vio al lateral madrileño algo más a gusto. En los últimos minutos dejó un buen centro desde la frontal que no pudo aprovechar Lopo por poco.
Lopo: 5. Tras su buen desempeño en Anoeta, el zaguero catalán se le notó más apurado que en otras citas, pero cumplió sin alardes ante un rival que, entre sus múltiples armas a balón parado, ha encontrado en el temor a dichas jugadas al mejor de sus aliados. Gozó de una buena oportunidad para poner el 2-2 en el tramo final.
Sidnei: 7. Si alguien creyó ver ayer a Naybet sobre el césped de Riazor, su perspectiva no iba desencaminada. Trabajó, y mucho, el central de Alegrete, pero también se vistió de relámpago y bisonte para dejar una de las mejores irrupciones en banda que se recuerdan a un jugador del Deportivo esta campaña: carrera de fondo -con caño incluido a Juanfran- para centrar a Oriol Riera el que, a la postre, fue el 1-2.
Luisinho: 3. Desubicado. Falló en la marca a su par y Griezmann le robó la cartera en sus dos goles en la tarde de ayer. Tampoco logró brillar en sus escasas incursiones por la banda izquierda. Partido para olvidar.
Álex B.: 5. Sostuvo como pudo la sala de máquinas blanquiazul ante el quinteto de centrocampistas puesto en liza por Simeone en su once inicial. Mejoró incrustado entre la zaga ya en la segunda parte y, sobre todo, con la presencia de Juan Domínguez ya en el césped.
Medunjanin: 4. Sin relevancia en la tarde de ayer. El dueto conformado con Bergantiños partió con el hándicap inicial de medirse a una pareja con gusto por el monopolio de balón: Koke y Tiago. El internacional bosnio no pudo mostrarse en exceso, aunque no llegó a poner el punto de tensión que sí se le vio ante Córdoba y Real Sociedad, por ejemplo.
Cavaleiro: 4. Irregular. Su influencia en el juego parece disminuir de manera directamente proporcional a la tendencia a ubicarle en banda. Ágil, pero intermitente en sus apariciones y sin excesivos apoyos a la hora de buscar llegada a la frontal del área colchonera.
Lucas Pérez: 4. Voluntarioso como pocos, pero con tendencia a diluirse lejos del área. Y ahí radicó, en parte, la explicación de su escasa intervención ofensiva antes de ser sustituido en el descanso tras sufrir una luxación del tercer y cuarto dedo de su mano derecha.
Toché: 3. «Ojalá que el míster se plantee alguna vez jugar con dos puntas», comentaba el santomerano en rueda de prensa durante la semana. Sin embargo, el tándem formado por Riera y el ariete murciano no llegó a un punto óptimo de entendimiento. Desasistido, y bien controlado por Godín y Giménez, no apareció.
Oriol Riera: 6. Pura intuición. Fue el primero en cerciorarse sobre la marcha de que la carrera de Sidnei iba para antológica. Su tanto puso una quinta marcha a los anfitriones cuando ya no quedaba tiempo para más. Habilitó a Griezmann en el primer tanto del francés.
Fariña: 5. Salió en la segunda mitad y dejó buenas conducciones de pelota, pero no llegó a tener una incidencia clara a la hora de canalizar el juego de los coruñeses, precisamente porque el de Villa Fiorito languidece sin el esférico en sus pies. Lo intentó.
Juan Domínguez: 5. El centrocampista eumés regresó a los terrenos de juego tras tres partidos ausente y pobló la medular blanquiazul en un intento de Víctor de enjaular al Atlético en su propio campo con un 3-5-2 en constante permuta. Disfrutó de una oportunidad clara ante Oblak.
Cuenca: s.c. Entró a un cuarto de hora del final del choque y se pegó a la línea de cal, pero sin apenas transcendencia y cuando el partido se había convertido en un correcalles.
EL MEJOR
Fabricio: 9. Hay un santo en Riazor. En un partido donde el balón parado era una de las claves a seguir, el arquero canario se convirtió una vez más en el baluarte del Deportivo y maquilló las lagunas defensivas de los coruñeses. Una espectacular triple parada consecutiva a Raúl Jiménez, Fernando Torres y Raúl García dio prueba de ello. Espectacular.
*La nota media de los jugadores del Deportivo es el resultado de las puntuaciones de toda la redacción de Riazor.org.