1. En el fútbol prácticamente todas las derrotas son dolorosas, aunque unas lo son más que otras. La del domingo en La Rosaleda es de las que más duelen cuando al finalizar miras a la tabla clasificatoria. El Deportivo perdió en Málaga una oportunidad única para dejar los puestos de descenso a 8 puntos y al propio rival a 10. Una oportunidad única para vivir plácidamente. Ahora la situación es diferente: el Dépor está a 4 puntos del descenso, línea que marca el Málaga de Míchel. Los problemas han regresado a A Coruña.
2. Para el aficionado del Deportivo esta derrota es la sensación del regreso al punto de partida, de una vuelta a las andadas. La sensación de que todo el camino recorrido desde la llegada de Cristóbal Parralo al banquillo debe volver a hacerse. Constantes castillos de naipes que se derrumban cuando parecen estar estabilizados. Tres semanas buenas para que una derrota desplome todo el trabajo. Y así desde hace varios años. No habrá temporada tranquila a orillas de la playa de Riazor, por lo menos parece que ésta no será.
3. Perdió el Dépor en La Rosaleda después de conseguir lo más difícil: remontar un resultado adverso en territorio ajeno ante un rival con una necesidad voraz. Los de Míchel se habían adelantado en el marcador gracias al tanto de Rosales, pero el coraje y el buenhacer de los gallegos permitió que le diesen la vuelta al partido con goles de Lucas Pérez y Fabian Schär. Lo más difícil estaba hecho, y muy bien hecho, pero faltó rematar la faena.
4. Faltó carácter y personalidad en el Deportivo para jugar con el resultado a favor. «Nos relajamos después de marcar el segundo gol», dijo Lucas Pérez a pie de campo en el micro de LaLiga nada más terminar el partido. Es cierto que el Málaga apretó y los tres cambios de Míchel dieron resultado para someter y encerrar al Dépor en su campo. Es cierto que el estadio era un polvorín en cada acercamiento al área de Rubén… pero la relajación fue testigo de una remontada que no se debería haber dado.
5. Al hilo del último apunte, leía muchos comentarios en redes sociales atribuyendo culpabilidad a Cristóbal de la derrota. Partiendo de la base que cuando ganan y cuando pierden ganan y pierden todos, en este traspiés valoro más culpa de los jugadores que del entrenador. Sí es verdad que el cambio de Pedro Mosquera por Cartabia contribuyó a que el Málaga se hiciese con el control del partido, pero ni antes de esto ni justo después (el 2-2 llegó un minuto después del cambio) los jugadores herculinos se hicieron dueños del encuentro. Con el rival contra las cuerdas dejaron que se rearmara. Con 1-2 no fueron a por el 1-3 como contra la UD Las Palmas; con 1-2 fueron a aguantar el 1-2 y eso les mató. En la primera parte el Dépor mandó con casi un 60% de la posesión, en la segunda que era cuando se suponía que más debían dominar, se quedaron en un 50%.
6. Además de lo anteriormente citado, también le pesó al Deportivo la ausencia de Sidnei en la segunda parte. El central brasileño se retiró lesionado y obligó al Dépor a defender mucho más retrasado, se sintió obligado a posicionar la línea defensiva 20 metros más atrás que en la primera parte. A partir de ahí, el Málaga no necesitó crear juego desde el centro del campo ya que con el juego directo se dieron cuenta de que podrían hacer daño.
7. La noticia positiva la ofreció otra vez el central suizo Fabian Schär, y eso es mucho decir de un central que viene de encajar tres goles. Lee muy bien el juego cuando la posesión es propia y ofrece puntos de apoyo a sus compañeros en muchos contragolpes de su equipo. El fichaje más regular de este Dépor desde comienzo de temporada.
8. En su debut como titular con la camiseta blanquiazul, primera bala fallida de Gerard Valentín, que debe aprovechar la ausencia de Juanfran para dar un golpe sobre la mesa y demostrar el porqué de la apuesta por su figura. El defensa catalán no estuvo fino en su objetivo prioritario: defender. Faltas de concentración, imprecisiones y excesos de confianza señalan a un futbolista que debe mejorar en aspectos esenciales del juego. Tendrá más oportunidades en las próximas semanas, el Dépor necesita su mejor nivel.