1. Demasiado castigo para el Deportivo en el Santiago Bernabéu. El 5-0 final no refleja lo que sucedió en el terreno de juego durante los 90 minutos. Solo hay que acudir a las estadísticas para darnos cuenta de ello: 23 disparos del Real Madrid por 18 del Deportivo o 5 por 9 en saques de esquina a favor del Dépor. El conjunto de Zinedine Zidane, como escribió mi compañero Víctor Losada en la crónica del encuentro, exhibió la pegada en su mejor partido de todo el curso y ante eso nada pudo hacer el club herculino.
2. Para muchos, entre los que me incluyo, el Dépor jugó un partido demasiado abierto para hacerlo en el Bernabéu, muy de tú a tú frente a un Real Madrid absolutamente renovado y con un nivel de confianza plena. La atmósfera hacía volar al Madrid y la motivación de los jugadores blancos estaba un punto por encima de las del equipo visitante. Al jugarle con las mismas armas, la calidad de los merengues salió a relucir con los espacios que se creaban en los contragolpes. No obstante, muy poco que objetarle a un Víctor que ha hecho una primera vuelta espectacular.
3. Al Real Madrid, además, le salió de todo. Fue el partido perfecto en el momento perfecto, porque necesitaban como el comer una victoria. Cinco goles al primer toque, varios de ellos completamente imparables, y se plantaban ante Germán Lux en tres toques. Gareth Bale hizo su mejor partido de la temporada, pareciendo aquel jugadorazo que se comía la banda izquierda de White Hart Lane con el Tottenham o menos a menudo en el Real Madrid pasadas campañas. Cristiano Ronaldo no marcó pero ayudó mucho al equipo, situación que no se suele escribir en casi ningún diario en los últimos años. No necesitaron hacer un buen partido en equipo porque las individualidades decidieron.
4. Hasta Keylor Navas contribuyó a que las individualidades destacasen sobre el grupo en el conjunto blanco. En el minuto 10, con 0-0 en el marcador, Mosquera plantó a Lucas Pérez delante del tico, que desbarató la ocasión no sabe muy bien cómo. Esa oportunidad habría cambiado el rumbo del encuentro.
Diferente entrenador, misma actitud de los jugadores. Keylor comienza salvando el 0-1. pic.twitter.com/6Rx5cnwFT4
— Uriman (@UrimanRM) enero 9, 2016
5. Los aficionados del Deportivo se quedaron disgustados por el marcador tan amplio y por el saco de goles que recibieron, pero tienen razones para estar contentos porque al Dépor no le comió el contexto, ese que había cambiado muchísimo con la figura de Zidane. Peleó y luchó cada balón con decisión y creó muchas ocasiones de gol, a pesar de que le costaba llegar a las proximidades del área de Keylor mucho más de lo que le costaba al Real Madrid hacerlo en la de Lux, que con tres toques creaban peligro.
6. Es el primer partido que el equipo baja los brazos por el resultado. Ha sido competitivo en prácticamente todos, incluido este, pero llegó un momento en el que no pudo levantar la cabeza después de ver como Lux recogía continuamente balones de la red. La amplitud del resultado impidió que el Dépor pudiese creérselo, aunque no dejó de luchar por marcar el gol del honor, que pudo conseguir a través de dos penaltis no señalados.
7. Aunque volvió a repetir el mismo once que las dos anteriores jornadas, Víctor Sánchez del Amo cambió el dibujo. Del 4-4-2 habitual con Luis Alberto y Lucas arriba, se pasó al 4-5-1 con el gaditano en la izquierda y Fajr reforzando el centro del campo. Al inicio de la segunda parte, con 2-0 ya en el marcador, el madrileño intentó que su equipo llegase arriba y volvió al 4-4-2. El 3-0 de Bale en el minuto 48 mató definitivamente al conjunto herculino.
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8. Funcionó el efecto Zidane. Funcionó en la grada y funcionó en el campo. Casi lleno en el Bernabéu y muchas ganas de ver al francés en acción. Pero los que juegan son los futbolistas, que no se parecían en absoluto a los de las anteriores semanas con Rafa Benítez. Veremos si es capaz de mantener este nivel. Para el Dépor, la vida sigue.