1. Botín inesperado para el Deportivo en el Sánchez Pizjuán después que el Sevilla fuese superior la mayor parte del encuentro. No soy mucho de acudir a la estadística para resumir un partido pero si hay una que refleja cerca de qué área se ha jugado el choque ese dato es el de los córners. El Sevilla lanzó diez saques de esquina y el Dépor ninguno. A pesar de que se adelantó muy pronto, el conjunto de Emery no supo cerrar el partido y el Dépor se aprovechó para empatar en una contra aislada tras recuperación de Fajr.
2. Seguramente lo que mejor hizo el Dépor en la primera hora de partido fue mantener el resultado vivo. Eso hizo que llegase al último cuarto de hora con posibilidades de empatar y pescar un punto. Porque hasta entonces apenas se mostró en ataque y vivió encerrado cerca de la portería de Manu Fernández, siempre a remolque de un Sevilla que se paseaba con cierta comodidad por el Sánchez Pizjuán. No compareció el Dépor hasta mediada la segunda parte.
3. Pero vayamos al principio, a la puesta en escena que propuso Víctor Sánchez del Amo. Consciente de las rotaciones de un Sevilla cansado de su enfrentamiento europeo con el Athletic Club, Víctor se plantó en Sevilla con una línea de cinco. Una hora antes del partido se conocía la alineación y, aunque los jugadores podían distribuirse en un 4-4-2, el dibujo que ofrecía el club era claramente un 5-3-2. No salió. Nula aportación en ataque y demasiado vulnerable en defensa, porque vivir tan encerrado le ofrecía la posibilidad al Sevilla de entrar por fuera con centros laterales y las alturas las dominaban Llorente e Iborra. Así llegaron el gol hispalense y varias ocasiones más.
4. Con 1-0 en el marcador y viendo Víctor que la idea no funcionaba, al descanso volvió al origen. El conjunto blanquiazul se reestructuró con dos líneas de cuatro y los pishitas -Lucas y Luis Alberto- como delanteros. Los siguientes cambios no modificaron el 4-4-2, que permaneció hasta el final. Así el Dépor se encontró más cómodo y empezó a rondar la portería de Rico. En defensa sufrió menos porque el balón casi siempre estaba más lejos que en la primera parte.
5. Que el Dépor comenzase a llegar también tuvo que ver con las necesidades que tiene el Sevilla en otras competiciones y las constantes rotaciones que utiliza Unai Emery a lo largo de la temporada. Mediada la segunda parte ya no estaban en el campo Reyes ni Llorente. Tampoco Gameiro, Rami, Krychowiak, Mariano, Trémoulinas, Vitolo o Krohn-Dehli, sin minutos en el partido. Es una plantilla tan amplia la del conjunto hispalense que juegue quien juegue merece respeto, pero… ¿qué mejor momento que este para apretar al Sevilla?
Once del Sevilla en el minuto 65. Sergio Rico; Coke, Kolo, Carriço, Escudero; Cristóforo, Iborra (N’Zonzi, min.74); Curro Sánchez, Banega, Konoplyanka y Juan Muñoz.
6. Se los dediqué cuando no marcaba y se lo dedico cuando lo hace, aunque este año no haya sido en muchas ocasiones. Merece uno de los puntos Oriol Riera. Delantero trabajador, con unas características muy específicas a las que no le benefician el juego contragolpeador de este Deportivo. Es cierto que hubo momentos en esta temporada en los que Oriol ha estado muy por debajo de lo exigido, pero el catalán ha aparecido cuando el Dépor lo necesitaba y, quién sabe, si cuando muchos ya no lo esperaban.
7. ¿Fuera de juego? En la primera sensación, sobre todo por lo solo que remata al segundo palo un delantero que no destaca por su velocidad, pensaba que Oriol Riera partía en fuera de juego en el momento del pase de Lucas Pérez. Las repeticiones en los resúmenes de televisión no sacaban de dudas, pero buceando por Internet encontré un vídeo con una buena perspectiva. Recuperé este frame y podemos apreciar como Oriol inicia en posición legal, en línea con el defensa sevillista Kolo. Aunque sea una imagen y no un vídeo, también podemos imaginar la parábola del pase de Lucas.
8. Ni que decir tiene que el punto cosechado en Sevilla es muy bueno. Excelente de hecho, tal y como se ha dado la jornada. El Sevilla es un equipo grande y aunque utilicen un plan B siguen siendo extremadamente peligrosos. Por eso y porque 38 puntos son un mundo a estas alturas el empate sabe a victoria. Es en estos momentos cuando importa poco cómo se consigan los puntos. Si se buscaba una campaña sin sufrir en las jornadas finales parece que se ha conseguido. Enhorabuena, Dépor.