El Deportivo comenzará mañana su andadura en la Copa del Rey 2015-2016 y el bombo ha querido que su debut sea contra un equipo de Segunda División, la UD. Llagostera. Los catalanes son un equipo modesto que afronta su segunda temporada en dicha categoría con el claro y único objetivo de lograr la permanencia. Sobre el papel el conjunto coruñés parte como claro favorito para superar la eliminatoria, y de ser así, podríamos estar ante el primer paso de una larga andadura en un torneo que en los últimos tiempos se había convertido poco menos que un estorbo en el calendario.
En junio se cumplieron 20 años de la famosa “final del diluvio” en cuya reanudación Alfredo Santaelena encarnó el salto definitivo del Deportivo al olimpo de los grandes clubes de nuestro país. Atrás quedaba el triste recuerdo dejado por las dos semifinales perdidas, pocos años antes, ante Atlético de Madrid y Valladolid, especialmente la disputada ante los pucelanos en la temporada 88/89 y que tuvo como protagonista al colegiado Soriano Aladrén, quién perjudicó descaradamente al conjunto herculino en el partido de vuelta disputado en el estadio José Zorrilla.
El primer título del club coruñés dio paso a una década en la que era habitual ver al Deportivo en las últimas rondas de la competición, dejando por el camino partidos y eliminatorias vibrantes, como la vivida ante el Celta en la campaña 98/99 y decidida por un gol del “Turu” Flores en el último minuto de la prórroga. Ese mismo año el Atlético volvió a dejar a los blanquiazules a las puertas de la final.
En la temporada 2001-2002 el Deportivo volvió a inscribir su nombre en el palmarés de esta competición, y lo hizo en la final más recordada de la historia del torneo, la del “Centenariazo”. Aquel capítulo supuso el inicio de la mejor época de los blanquiazules en el torneo de Copa, un lustro en el que quedó apeado en semifinales hasta en tres ocasiones. El Mallorca capitaneado por Etoo quien le impidió luchar por revalidar el título logrado ante el Madrid, y la misma suerte corrió el Deportivo en las temporadas 2005-2006 y 2006-2007 cuando, primero Espanyol y después Sevilla, dejaron al equipo dirigido por Caparrós a un paso de poder pelear por un nuevo antorchado.
Desde entonces, los problemas económicos y la progresiva pérdida de competitividad se hicieron palpables en las sucesivas participaciones en el conocido como torneo del K.O., período en el que el máximo logro fue el de llegar en dos ocasiones hasta los cuartos de final. Pero siempre se insistía una y otra vez que la prioridad era la Liga, por lo que lejos de disfrutar, la competición se vivía casi como un castigo para aficionados y jugadores.
Esta situación se hizo más evidente tras el primer descenso a Segunda División. Plantillas cada vez más limitadas, problemas institucionales de todo tipo y la imperiosa necesidad de lograr el objetivo de regresar a Primera y mantenerse, acabaron por dejar a un lado esta competición. Buena prueba de ello es que en las últimas cuatro temporadas el Deportivo ha sido incapaz de superar la ronda de 1/16 de final. Levante, Mallorca, Jaén y la pasada temporada el Málaga, han sido los sucesivos verdugos del cuadro herculino en un torneo en el que en los últimos tres años sólo ha sido capaz de superar una eliminatoria y por penaltis, la que le enfrentó al Córdoba en la temporada 2013-2014.
Sin embargo este año la situación invita a pensar que se podrá a volver disfrutar de la competición. El equipo dirigido por Víctor Sánchez del Amo atraviesa el mejor momento de los últimos tiempos, está situado en puestos europeos y jornada a jornada demuestra ser un rival difícil de superar para cualquier equipo. Además, existe una plantilla amplia, en la que son muchos los jugadores que ven en esta competición la posibilidad de reivindicarse y gozar de minutos. A disfrutar la Copa.