La afición del Deportivo acudió a Balaídos para el partido ante el Celta B. Desde la grada visitante, la hinchada animó sin parar los 90 minutos y también al final del partido, cuando los locales decidieron invadir el campo para ir a provocarles.
La mala racha de resultados de la segunda vuelta no para y el Deportivo vuelve de vacío de Vigo. Un resultado que, además, propicia que el Racing de Santander se escape ya a nueve puntos con el golaverage a favor. Algo que hace indicar que los blanquiazules deben pensar sí o sí en el playoff.
En cuanto al partido, el Celta B golpeó primero con un gol de Fabricio en la primera parte. En la segunda, Quiles marcó de penalti pero su posterior expulsión condicionó el partido. El propio jugador explicó que no simuló penalti, que se trastabilló.
Y con un hombre menos, el Celta B aprovechó para enviar un zapatazo al fondo de las redes de Ian Mackay en una mala salida de balón del Deportivo. Así fue como ese 2-1 llevó el delirio a las gradas de Balaídos y la posterior invasión al campo que tuvo que disolver antidisturbios.
Si has estado en Balaídos, búscate en la galería de nuestra fotógrafa Mónica Arcay.