Dicen que veinte años no son nada. Veinte años han pasado desde aquel espectacular remate de cabeza de Alfredo que le daría al Deportivo el primer título de su historia.
Un control con el pecho, un par de pasos sin perder de vista el balón y un salto en el que superó al mismísimo Andoni Zubizarreta. Así pasó Alfredo Santaelena a los altares del deportivismo, aprovechando un centro de Javi Manjarín para regalarle al Deportivo su primer entorchado. Una final de Copa del Rey con tintes épicos tras la suspensión por una lluvia que convirtió el Bernabéu en un campo de Waterpolo.
«He visto el gol muchas veces, muchas. Son momentos en tu carrera deportiva que vives muy pocas veces. Yo no era un goleador, así que con cosas que quedan en el recuerdo. Hice un gol con el Atlético de Madrid en una final y con el Deportivo que fue el primer título de un equipo gallego. Son cosas que quedan en el recuerdo». Veinte años después, Alfredo Santaelena recuerda con Riazor.org aquel histórico partido que le ha dejado «recuerdos inolvidables».
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En cuanto al momento del cabezazo, Alfredo explica que «soy consciente de que he marcado cuando veo corriendo a Manjarín. Caigo de espaldas a la portería y veo correr a Manjarín y Bebeto hacia mí. No eres consciente de lo que has conseguido hasta que ves la alegría de la gente. La temporada anterior se transformó en lágrimas por el famoso penalti de Djukic. Te acuerdas de esa tristeza, de la gente tan ilusionada con el Deportivo y que al final tuvimos la suerte de darles el primer título. Además era merecido por el juego que estaba haciendo el equipo».
En la retina del aficionado deportivista está grabada a fuego esa eléctrica carrera de Alfredo buscando a Claudio en la banda para celebrar el gol, perseguido por todos sus compañeros. «En ese momento soy consciente de que era el primer título que lograba un equipo gallego«, explica. El hecho de celebrarlo con Claudio Barragán viene por una final en 1991 entre Atlético de Madrid y Mallorca, donde Alfredo fue de nuevo el goleador. «Claudio estaba conmigo en la habitación y siempre me decía ‘me debes una’. Cuando meto el gol al Mallorca en el 91, él estaba allí. Yo no era un goleador como podían ser Claudio Barragán o Adolfo Aldana», recuerda.
Tres días eternos en Madrid
Tras la lluvia torrencial que cayó en Madrid, el partido tuvo que suspenderse a diez minutos del final y con el 1-1 en el marcador. Un gol que el Valencia consiguió cuando la lluvia hacía flotar el balón y que a muchos hizo recordar aquella Liga perdida la temporada anterior. «No teníamos miedo, en el fútbol no se debe tener miedo, hay que tener la presión que necesitan los partidos. Empezamos dominando el partido, pero el Valencia con el 1-0 de Manjarín nos metió atrás y llegó el empate. Eso nos hizo pensar que hasta que no pita el árbitro el final puede pasar cualquier cosa. Al final llegó la tormenta de agua que hizo suspender el partido».
Y después del diluvio, tres días para resolver la final en el mismo escenario. «Fueron días largos. Nos tuvimos que quedar en Madrid y esperar allí. Se hace largo aguantar tanto tiempo para diez minutos. Pensábamos que podría haber prórroga». Recuerda Alfredo cómo preparó Arsenio Iglesias esos minutos restantes contra el Valencia. «Trabajó más el tema anímico, no se nos podía escapar la Copa. Trabajamos penaltis, pero sabiendo que teníamos que ir fuertes estos diez minutos».
El título, el reflejo a la unión del vestuario
Veinte años después del título, Alfredo destaca varios puntos que los llevaron al éxito. «El SuperDépor era un equipo que hizo una gran labor a nivel de dirección deportiva. Se hizo un buen equipo y éramos muy amigos en el vestuario, eso te lleva al éxito tal y como ocurrió. El Dépor de los años 90 ha sido uno de los equipos, tanto a nivel de Liga española como europeo, de los grandes. Muy respetado en Europa«.
Esa amistad de la que habla en el vestuario, todavía persiste en el tiempo. De hecho, Alfredo y Claudio están juntos en el Cádiz. «Nos llevamos todos fenomenal. Terminábamos los partidos y nos íbamos a cenar la mayoría con nuestras mujeres y novias. Eso se convierte en una gran relación. Cuando estás tanto tiempo juntos y las cosas van bien como fueron en el Dépor esos años, la amistad perdura«.
Por último, Alfredo Santaelena valoró la elección Víctor Sánchez del Amo cono entrenador del actual Deportivo. «Es un entrenador muy preparado. Lo conozco desde hace muchos años, es un tío con carácter que tiene visión para hacer un Deportivo grande. Es un tío que siente los colores, muy querido por la afición, que está muy preparado y que lo hará muy bien en el Deportivo», finaliza. Palabra de Alfredo, ese ‘loco bajito’ que se elevó a los altares del deportivismo hasta la eternidad.