El sistema 4-1-4-1, el papel de los mediapuntas, el buenhacer de Diego Ifrán en la punta de lanza y el paso de gigante de cara al ascenso, entre otros temas de interés del encuentro de ayer.
1. Fernando Vázquez ha encontrado el esquema que mejor ha respondido sobre el campo en la fase decisiva de la temporada. Y tuvo que ser por las lesiones de hombres destacados al comienzo de campaña como Álex Bergantiños, Carlos Marchena o Cezary Wilk. Este 4-1-4-1 con Juan Domínguez como centrocampista posicional es el dibujo con el que el equipo ha ganado dos partidos consecutivos de forma tan cómoda.
2. Si es que no hace falta defensas para defender. Juan Carlos, Rabello, Sissoko y Luisinho, además de Ifrán o Borja Bastón, han demostrado que ellos también saben robar balones y posicionarse para dificultar las líneas de pase. Además, una vez tiene el equipo el balón, este es tratado con mucha más delicadeza y calidad. Ahora juegan todos al fútbol y los roles no están tan diferenciados.
3. El partido contra el Mallorca no fue fácil para el Deportivo. Tuvo que aguantar el arreón inicial de los locales en la primera parte y tuvo suerte de encontrarse con un gol justo antes del descanso y otro justo al salir del túnel para la segunda mitad.
4. Este era un partido que había que ganar sí o sí. Otra vez, como los últimos tres encuentros. Volvía a ser necesario para coger un colchón de puntos importante. Se ha hecho con determinación y cierta facilidad, hecho que significa que A Coruña cada vez huele más a Primera División. Los rivales en estos momentos (Tenerife, Las Palmas y Recreativo) se encuentran a nueve puntos de los gallegos y la dinámica obliga a ser optimista.
5. No solo es una buena noticia que el equipo esté arriba si no también que la cantera empieza a dejarse notar con jugadores importantes en puestos importantes. En Mallorca hubo cinco en el once inicial. Ahí estaba Laureano Sanabria, portando el brazalete de capitán -siempre y cuando no esté Manuel Pablo sobre el campo- y dejándose todo sobre el campo. Ahí estaba Pablo Insua, siendo un rodillo en una categoría que evidentemente se le queda pequeña. Ahí estaba Diego Seoane, cuajando un notabilísimo encuentro -otro más-. Ahí estaba Juan Domínguez, siendo el timón del equipo. Y ahí estaba Juan Carlos Real, con una calidad innata para dar pases tremendamente verticales en la última parcela del campo.
6. En el capítulo de nombres propios es inevitable no hablar de Ibrahim Sissoko. El costamarfileño se ha asentado en este Deportivo y es el líder del equipo del centro del campo hacia delante. Dribla, inventa, lleva el control. Ha llenado el hueco dejado por Emmanuel Culio en la primera vuelta y lo ha hecho con una sonrisa en su cara, pero también la sonrisa está en su juego. Ahora el Dépor divierte y gran parte de culpa la tiene Sissoko.
7. Para tener jugadores creativos como Sissoko también se necesita a hombres más sacrificados en tareas defensivas. Y en este equipo defienden todos. El primero, el delantero. Diego Ifrán se ha hecho con un sitio en el once de Vázquez a base de lucha y trabajo. El uruguayo no marcó, pero participó en los dos primeros goles.
8. Otro de los futbolistas que quiero destacar es Alberto Lopo. Ya lo he hecho en las últimas jornadas y creo que es justo volver a hacerlo. El catalán se ha asentado y forma una pareja de escándalo en el centro de la zaga con Pablo Insua. Un robo de balón suyo acabó con el 0-2, un gol que sirvió para cerrar el encuentro.