El portero herculino aseguró en rueda de prensa que no existe ninguna fractura dentro de la plantilla y reconoció que puntuar ante Sevilla y Real Madrid sería el impulso que les hace falta.
«Hay que afrontar cada partido como si fuera el último y no mirar más allá del siguiente partido», así comenzó Daniel Aranzubia su comparecencia ante los medios de comunicación en Abegondo. Con Fernando Vázquez al frente del equipo, la intención es «hacer un bloque sólido que saque los partidos adelante».
Reconoció que tras terminar el partido ante el Granada «todo lo ves fatal». Aunque dejó un claro optimismo al indicar que «luego ves la clasificación y son dos partidos. Es posible conseguir la salvación, quedan muchos partidos, muchos puntos por disputar. La ambición tiene que ser esa».
El objetivo es ir partido a partido y no pensar en las ocho victorias necesarias para alcanzar la permanencia. «Si consigues ganar dos partidos y te ves fuera de puestos de descenso o a un punto, cambia la mentalidad. Piensas en el partido inmediato en el que puedes salir del descenso. Mirándolo así, yo creo que se ve más fácil, así es como tenemos que pensar. Un resultado positivo en Sevilla y contra el Madrid nos reforzaría mucho», reflexionó.
En cuanto a la marcha de Domingos Paciência, no quiso usar la palabra decepción para definirla. «A él le honra el hecho de marcharse si no se veía capacitado. Aunque sorprende que en poco más de un mes tome esa decisión. Lo veo más por el lado de que él no lo ve, así que decide irse para dejar margen a otro entrenador a que tenga tiempo para sacar la situación adelante».
La ansiedad será la enemiga del Deportivo hasta final de temporada. «La situación está claro que no ayuda. El hecho de que exista falta de confianza hace que tengamos más fallos individuales, despistes. El gol de Marchena en propia puerta, no es falta de concentración, es mala suerte. Estas cosas cuando estás abajo te pasan. Hay que intentar darle la vuelta, buscar que esto cambie radicalmente».
Sobre la llegada de Fernando Vázquez y la charla de ayer en el vestuario de hora y media, explicó que «viene con una idea, pero no nos la puede imponer si nosotros no creemos en ella. Se trata de que la idea que tenga sea respaldada por los jugadores, que nos sintamos cómodos y confianza en lo que transmite, en eso estamos«, añadió. «No hay una varita mágica, se trata de incidir en lo que ya sabemos. Muchas veces con la forma de trabajar se van corrigiendo cosas y puliendo aspectos».
En cuanto a la pitada de Riazor tras la derrota contra el Granada, afirmó que «no hay nada que objetar. El público tenía muchas esperanzas y era un partido clave. Nos salió todo mal, hicimos una primera parte aceptable y con ocasiones. Pero nada más empezar la segunda nos mataron con el gol».
Desmiente los problemas en el vestuario
Al igual que hizo Augusto César Lendoiro, afirmó rotundamente que «no hay problemas en el vestuario. El problema no es ese». En cuanto al enfado del mandamás herculino tras la presentación de Fernando Vázquez, «molesta que se diga pero es comprensible que la gente dude por la situación en la que estamos». Pero volvió a a asegurar que «no hay problemas en el vestuario, la marcha del equipo no tiene nada que ver con rupturas«, finalizó.